¿Quién paga en caso de un accidente con patinete eléctrico?

Los patinetes están invadiendo las calles de España. Desde los verdes de Lime hasta los naranjas de Koko, una decena de empresas aparcan sus patinetes en las aceras de varias ciudades españolas. Estos vehículos a motor pueden circular a una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora y cada vez son más populares entre los conductores, que los utilizan a menudo como alternativa a la bicicleta y, en ocasiones, incluso al coche.

Sin embargo, la legislación no ha avanzado tan rápido como su popularidad, y aún existen numerosas dudas sobre la utilización de los patinetes eléctricos, como dónde pueden circular o qué ocurre en caso de accidente.

Además, son numerosas las voces que se han alzado en contra de estos nuevos vehículos por considerarlos peligrosos tanto para los viandantes como para los propios conductores, especialmente tras la muerte de una mujer que fue atropellada por un camión mientras iba en patinete. Por tanto, una de las principales preocupaciones es qué hacer en caso de accidente y quién corre con los gastos.

El seguro no es obligatorio

El primer problema que se plantea a la hora de determinar quién paga en caso de accidente es que el seguro no es obligatorio para los patinetes eléctricos, igual que ocurre con las bicicletas. Por tanto, si una persona que conduce un patinete atropella a otra o se ve envuelta en un accidente que sea su culpa, será ella la responsable de pagar los daños, explica el abogado Alejandro Pérez, del despacho Pérez Tirado, a The Objective.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha expresado en varias ocasiones su intención de exigir que los seguros para los conductores de patinetes eléctricos y las bicicletas que cubran los accidentes que pueda provocar sean obligatorios. Sin embargo, esta intención no se ha materializado en ninguna norma por el momento, por lo que este tipo de vehículos pueden circular sin ningún tipo de seguro.

En algunas ocasiones, los seguros del hogar cubren los accidentes de los patinetes, igual que lo hacían con las bicicletas, pero cada vez más seguros están excluyendo a estos vehículos de sus pólizas, pues los daños que pueden causar son mucho mayores que los de una bicicleta, señala Pérez.

¿Qué pasa si el patinete es alquilado?

Aunque cada vez más gente está comprando patinetes para utilizarlos como método de transporte en la ciudad, la mayoría de patinetes que vemos por las calles pertenecen a empresas como Lime o Koko, que ofrecen un servicio de alquiler por tiempo.

En caso de accidente, el primer instinto es dirigirse a la empresa para que cubra los gastos, pero nos podemos llevar una sorpresa porque, aunque muchas cuentan con un seguro, no están obligadas a hacerlo. “La empresa no se tiene que hacer cargo, porque lo que ha hecho es alquilar un patinete a un tercero y es él el que ha hecho un daño”, explica Pérez. “Yo contra Lime y Koko, por ejemplo, no podré ir, tendré que ir contra la persona que ha hecho un mal uso del patinete”, añade.

De hecho, la mayoría de empresas que alquilan patinetes en España no cuentan en su página web con información relativa a este aspecto, por lo que, en la mayoría de ocasiones, el usuario debe ponerse en contacto directamente con la compañía si desea conocer si cuenta con seguro o las condiciones de este.

Por tanto, aunque algunas empresas incluyen un seguro en sus servicios, este puede no cubrir con los gastos totales del accidente o, simplemente, no cubrir los costes, por lo que el último responsable normalmente es el conductor.

¿Cuáles son los pasos a seguir en caso de accidente?

Si la culpa del accidente no es del conductor del patinete, la documentación y el pago de los gastos que este pueda ocasionar se gestionan de la misma manera que en cualquier otro accidente de tráfico, generalmente a través del seguro del conductor.

Sin embargo, si el conductor del patinete es quien provoca el accidente, la cosa se complica un poco más. Si se para a auxiliar a la otra persona y ofrece sus datos, la persona a la que ha atropellado ya ha avanzado un paso. Con esta información, puede reclamarle al conductor o al seguro de la empresa de alquiler, en caso de que lo tenga, los gastos que le haya ocasionado el golpe, pero es aquí donde suele aparecer el primer problema.

Generalmente, la mayoría de personas que utilizan este transporte son gente joven, entre ellos muchos estudiantes sin un gran nivel de ingresos, por lo que no suelen ser solventes legalmente para pagar el dinero solicitado.

Por esta razón, el siguiente paso suele ser un largo proceso judicial en el que se determina la cantidad mensual que debe pagar el conductor del patinete al accidentado, lo que puede suponer años de pagos mensuales hasta completar la cantidad adeudada, explica Pérez.

Otro de los supuestos es que el conductor se dé a la fuga y el accidentado no tenga sus datos. “Es un gran riesgo porque no están obligados a llevar matrículas”, apunta Pérez, por lo que no hay manera de localizar a la persona tras el accidente. En este caso, es muy difícil para el accidentado empezar siquiera el proceso judicial para reclamar la indemnización.