"Juan violó a su novia en este dormitorio", la campaña sin eufemismos contra la violencia sexual

La formación afectivo-sexual sigue estando bastante ausente en la vida de los jóvenes y adolescentes. Quizá por ser todavía un tema tabú, las dudas sobre la sexualidad y las relaciones sexuales no se resuelven con claridad ni en los centros escolares ni en las familias.

Esto lleva a que los jóvenes utilicen internet para informarse, en especial la pornografía, por lo que “la escalada de violencia suele ser más rápida a estas edades”, según explica la Federación de Mujeres Progresistas que, con su campaña Cortando con la violencia sexual, se ha propuesto incidir en la prevención de este tipo de violencia entre los adolescentes.

Adiós a los eufemismos

En la primera fase de esta campaña de sensibilización, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, el discurso se centró en la definición de lo que es la violencia sexual y “por primera vez se señalaba alto, claro y sin fisuras al único responsable: el propio agresor”, explica la federación.

Además, las imágenes de la campaña usaban un lenguaje directo, “sin utilizar eufemismos, que es lo que caracteriza a la violencia sexual”, ha explicado la presidenta de la federación, Yolanda Besteiro, en la presentación de la segunda fase de la campaña.

Por eso, en las primeras imágenes aparecen frases como “Juan violó a su novia en este dormitorio”, “David abusó de una chica en este metro”, “Iker envió una polla al móvil de una amiga” y muchas otras, en las que aparecen tachados los eufemismos que habitualmente se utilizan en estas situaciones.

La campaña se basa en una “pedagogía específica con mensajes concretos y directos”, explica Besteiro, que señala que es así como lo demandan los adolescentes, que han sido los protagonistas de esta campaña.

El foco puesto en los responsables

El principal objetivo de esta campaña es que se acuse a los responsables de la violencia sexual y nunca a las víctimas. “Seguimos educando a las jóvenes para evitar la agresión, para limitar su libertad”, en lugar de educar para que no se cometan las agresiones, denuncia Besteiro. “Hay que poner el eje en los verdaderos responsables”.

Si en la primera fase de la campaña el objetivo era poner el foco en los culpables, en la segunda etapa se amplía también a los jóvenes que son testigos de episodios de violencia sexual, pero no lo denuncian. “Lo que temen es el rechazo del grupo”, explica Besteiro, que denuncia la pasividad que existe entre los chicos jóvenes. Por eso, su meta es llegar “a todos los hombres para que dejen de adoptar una actitud pasiva”.

“Nuestro objetivo es llegar a ese sector de la población masculina que tiene dudas, que no identifica las conductas de violencia sexual que ejercen, que no saben cómo hacer algo diferente, lo que frecuentemente les supone enfrentarse a su grupo de iguales”, explica la federación.

Una campaña hecha por adolescentes

Para realizar esta campaña ha sido clave la participación de los alumnos de varios centros educativos de Madrid y Salamanca. Chicos y chicas de entre 14 y 18 años han puesto en común sus pensamientos y sus experiencias sobre la violencia sexual y han tenido la valentía de hacerlo frente a la cámara.

Tras realizar discusiones y debates en los que se ha dado voz a chicos y chicas sobre su percepción sobre la violencia sexual, la Federación de Mujeres Progresistas, ha llegado a la conclusión de que “la mayor parte de los chicos no se ven identificados con estos comportamientos” y de que “un gran número de chicas se han visto identificadas con la campaña, con las conductas y lugares que aparecen” en el vídeo.

Sin embargo, queda la esperanza en el grupo de chicos que “se sorprenden de lo que ven y están abiertos a la escucha y al cambio”.