No duele y no tiene efectos secundarios: así es la donación de médula ósea
Recopilamos algunas de las preguntas más frecuentes y sus respuestas sobre la donación de médula ósea
En España hay más de 400.000 donantes de médula ósea. Más de 400.000 personas que están dispuestas a pasar unas pocas horas de su vida en un hospital para salvar la vida de otras. Porque sí, aunque suene muy aparatoso, ser donante de médula ósea al final se reduce a un análisis de sangre y unas cuantas horas tumbado en una camilla, pues son muy pocos los casos en los que es necesario pasar por quirófano para donar médula ósea.
España es el sexto país de Europa en cuanto a donaciones de médula y también está entre los líderes en donaciones de sangre, con alrededor de 1.700.000. Sin embargo, estos actos altruistas siguen siendo necesarios y a menudo se lanzan campañas para animar a los ciudadanos, especialmente a los más jóvenes. En España, se esperan alcanzar los 500.000 donantes para el año 2022.
Para aquellos que aún tengan dudas, recopilamos algunas de las preguntas más frecuentes y sus respuestas sobre la donación de médula ósea.
¿Quién puede ser donante de sangre?
En general, cualquier persona sana que tenga entre 18 y 60 años, que no padezca ninguna enfermedad que pueda ser transmitida al receptor ni ponga en peligro su vida por la donación, puede donar médula ósea.
Sin embargo, con el objetivo de rejuvenecer el registro de donantes, desde enero de 2018 solo se aceptan nuevos registros de personas de entre 18 y 40 años. Aquellos mayores de 40 que ya estuvieran registrados, todavía pueden ser llamados para donar.
¿Qué supone registrarse como donante?
Ser donante de médula ósea no implica necesariamente que se vaya a efectuar el proceso de donación, pues aquellos incluidos en el registro solo son llamados si aparece un paciente compatible que necesite un trasplante.
Tras incluir los datos en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo) y tras un completo proceso informativo, se debe firmar un consentimiento, tras lo que se solicita una muestra de sangre para analizarla y saber así la compatibilidad. Una vez finalizado este proceso, la persona queda registrada como donante y puede ser llamado en cualquier momento si aparece un paciente compatible que necesite el trasplante.
¿Cómo se realiza la donación?
Este suele ser el gran miedo de las personas que se plantean convertirse en donantes de médula ósea, pues se suele asociar al procedimiento que se realiza bajo anestesia general y con las punciones en las crestas ilíacas posteriores para aspirar la médula ósea.
Sin embargo, aunque este todavía es el procedimiento en algunos de los casos, la mayoría de las donaciones actualmente se realizan a través de la citoaféresis o donación a través de sangre periférica.
Esta es una manera de extraer células madre hematopoyéticas a través de la centrifugación de la sangre en una máquina a la que el donante está conectado a través de una vía en el brazo. La máquina, después de extraer las células madre, devuelven el resto de la sangre al donante a través de una vena del otro brazo en un proceso que dura entre tres y cuatro horas.
Estas células se encuentran en el interior de los huesos por lo que, para que el proceso sea efectivo, durante los cuatro o cinco días previos se le debe administrar al donante un medicamento para movilizarlas hacia la sangre circulante y que puedan ser extraídas.
La decisión sobre la manera de realizar la donación la toman el médico y el paciente. El equipo de hematología que trata al paciente informa al registro de donantes de la forma que prefiere, pero la última palabra la tiene quien se somete al procedimiento.
¿Tiene efectos secundarios?
Otra de las mayores preocupaciones son los posibles efectos secundarios de esta donación, pero no debería serlo, pues estos son mínimos.
En cuanto a la punción, el único efecto secundario es un ligero dolor en la zona en la que se ha realizado, que suele desaparecer en un par de días y puede controlarse normalmente con analgésicos comunes.
Respecto a la citoaféresis, puede haber algún ligero efecto secundario durante el tiempo que se administran los factores de crecimiento hematopoyético, que pueden provocar síntomas como dolor de huesos y músculos, similares a los que produce una gripe.
¿Puedo saber a quién estoy donando mi médula ósea?
Según establece la ley española, la donación es anónima, por lo que ni el donante ni el receptor pueden conocer la identidad del otro.
¿Puedo donar médula a un familiar?
No es posible inscribirse como donante de médula ósea para para un receptor en concreto, pues la compatibilidad con un familiar es casi nula salvo que sea de primer grado. Por esta razón, es mucho más fácil encontrarle un donante compatible que no sea un familiar, a través de Redmo, entre los más de 33 millones de donantes de todo el mundo.
¿Se recibe una compensación económica?
Según la ley española y la normativa internacional, la donación es altruista, por lo que no se recibe ninguna compensación económica por ella.
Sí que se cubren los gastos derivados de la misma, como el desplazamiento y el alojamiento si fueran necesarios, en caso de que la extracción se realice fuera de la residencia habitual. También son cubiertas las jornadas laborales que se puedan perder por la donación.