6 directores que podrían dedicarse a las bandas sonoras
Hay bandas sonoras geniales que son de los directores de las películas. ¿Adivinas quiénes?
Edward Wright usa la música como parte fundamental de sus películas, como prueba la recién estrenada Baby Driver. No es el único, hay muchos cineastas que son genios del soundtrack.
Los directores muchas veces no son sólo eso. A veces escriben, a veces editan, a veces actúan. Y a veces son geniales para diseñar bandas sonoras casi tan memorables como sus películas (en algunos casos más). Uno de ellos, y lo prueba con el estreno de esta semana Baby Driver, es Edward Wright. La película, que los críticos han adorado y que hasta han llamado la salvación del cine de acción, se centra en un joven conductor de atracos que oye música todo el tiempo… y la dirección parece escucharla con él.
Pero Wright no es el primero en hacer de la música no sólo una herramienta, como lo es, sino una protagonista elegida con cuidado y por con mucha influencia suya. Y cualquier que sepa algo de cine lo sabe porque ya tendrás nombres saltando en su cabeza. ¿Conoces a los directores con excelente gusto musical?
Quentin Tarantino
Este nombre es sin duda el primero de la lista. Tarantino no sólo siente amor incondicional por el séptimo arte y por las películas de serie B, también es un melómano de cuidado. Y desde sus primeros tiempos ha demostrado tener un atino incomparable para juntar canciones (normalmente de los sesenta y normalmente olvidadas… como hace con ciertos actores) con imágenes.
Ya en Reservoir Dogs engendró una terrible y memorable escena al ritmo de Stuck In The Middle With You. Luego llegó Pulp Fiction y ¿quién no oye esa canción de los créditos en la cabeza con sólo escuchar el nombre de la película o quién no recuerda a Mia Wallace y Vincent Vega bailando al ritmo de You Never Can Tell o a Mia sufriendo una sobredosis con Son of a Preacher Man en el fondo?
La lista sigue. ¿Quién no ve a la novia en el suelo, llena de sangre, acompañada por la suave voz de Nancy Sinatra? La música es parte fundamental hasta de su proceso de escritura. “Una de las cosas que hago cuando comienzo a trabajar en una película es repasar mi colección de discos y pongo canciones, y así intento encontrar la personalidad de la película, su espíritu. Y luego ¡boom! Encuentro una o dos o tres y pienso: Esta sería una gran canción para los créditos”.
Wes Anderson
Otro director con une stilo excesivamente identificable y que tiene predilección por la música. Anderson trabaja, desde sus inicios, con un supervisor musical, Randall Poster. Entre ambos deciden qué canciones se incluirán en las memorables bandas sonoras de sus películas (ambos han rescatado más de una canción del olvido… sí, Where Do You Go To My Lovely es una de ellas).
Poster ha contado en entrevistas que el trabajo colectivo comenzó con la ópera prima del cineasta, Bottle Rocket. Anderson siempre tiene la última palabra, o casi siempre. Si el director se empeña en una canción “no crea tensión pero me mantiene despierto toda la noche hablando por teléfono y organizando viajes para 30 músicos rusos que tocan la balalaika”, explicaba Poster en una entrevista en Vice.
Cameron Crowe
Tal vez el más musical de todos los directores de la lista (sí, más que Tarantino). Cualquiera que sepa algo de la carrera de Crowe sabe que antes de ser cineasta fue periodista y que su película Casi famosos más que ficción es un recuento de sus comienzos como escritor de rock adolescente en revistas como Cream o Rolling Stone (Stillwater es una banda inventada, pero Crowe se fue de gira con The Allman Brothers y otros antes de cumplir 18 años).
¿Otra prueba? Su película Singles, que retrata el mundo del grunge en Seattle, se completó antes de que el movimiento musical fuese una revolución (y en ella salen todos los dioses del género: Pearl Jam y Soundgarden incluidos). Crowe tiene la capacidad de hacer soundtracks excepcionales… aunque últimamente sus películas sean poco más que mediocres (¿Dónde está la nueva Say Anything Cameron?) y de crear momento audiovisuales acompañados de música que marcan la experiencia de vida del espectador para siempre.
Tim Burton
Vale, en este caso no se trata de que el director (que también tiene un estilo único) escoja las canciones, pero sí se trata de que trabaja con alguien que bien podría leerle la mente. Burton y Danny Elfman han trabajado juntos en más de 15 películas, desde Batman hasta Alicia en el País de las Maravillas. El compositor entiende al cineasta a un nivel casi intuitivo o como lo describe Johnny Depp (actor-musa del director): “Es muy extraño, su música es el sonido de Tim”.
Elfman contó a Rolling Stone cómo es su relación con Burton: “Ambos éramos fans del horror cuando éramos niños. Amábamos cada película de terror hecha en los sesenta y setenta. Su ídolo era Vincet Price y el mío Peter Lorre. Nos definió durante los próximos 30 años: genios malvados con almas torturadas, pero a quienes nadie entiende”. ¿Pruebas extra? La voz de Jack en Pesadilla antes de Navidad es la de Elfman. “Me habría matado que alguien que no fuese yo cantara a Jack Skellington”.
Sofia Coppola
No sólo el cine ha marcado la vida de la cineasta, casada con Thomas Mars de la banda francesa Phoenix; la música ha sido parte fundamental. Fue uno de los miembros de Sonic Youth quien le regaló el libro Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides (que se convertiría en su primera película) y es Brian Reitzell, ex batería de Red Kross, quien la ha acompañado y discutido sus bandas sonoras desde que ese libro se convirtió en guión.
Coppola, al igual que varios de los directores de esta lista, es capaz de crear imágenes memorable sólo con un encuadre y la canción perfecta. Y Reitzell es el compañero perfecto para traducir sus gustos pop en soundtracks que no se olvidan.
Baz Luhrmann
Sí, el director es muy fan de la música, pero es cierto que no ha trabajado siempre con un mismo supervisor musical. Pero sí lo ha hecho cuando se trata de las bandas sonoras más famosas de su carrera. El compositor Craig Armstrong ha trabajado con Luhrmann en Romeo y Julieta, Moulin Rouge! Y El gran Gatsby. Armstrong trabaja con más cineastas, pero sus bandas sonoras han marcado las tres películas que han construido el comienzo, la base y el éxito del director.
Zach Braff
Aunque sólo ha hecho dos películas, y muchos lo consideran pretencioso, Braff es ciertamente un buen creador de bandas sonoras. No por nada la de su primera película, Garden State, le valió un Grammy como supervisor musical y vendió tantas copias que llegó a recibir un disco de Platino. En su segundo intento tuvo menos éxito, pero la banda sonora de la olvidada Wish I Was Here sigue siendo una escucha que se disfruta.
“’¿Qué tal si metemos la mayor cantidad de contenido original posible? ¿Cosas que no estén disponibles en ninguna parte? Queríamos llenar el soundtrack con cosas especiales y únicas para la película. Así que llamé a mis bandas favoritas y se los pedí”, explica Braff sobre su segundo soundtrack en Rolling Stone. Habrá que ver qué pasa con su tercero… si llega.