Sofia Coppola

Quince años de soledad

Quince años de soledad

La soledad es una de esas materias literarias sobre las que una narración crece sana y robusta, sea en género novela, poesía, teatro o cine. Lo pensaba el otro día al leer que este agosto se cumplen quince años del estreno de la que quizás pase por ser la oda a la soledad más perfecta que nos ha legado el séptimo arte: «Lost in translation».

Ni Sofia Coppola, ni Tinder: la seducción era otra cosa

Ni Sofia Coppola, ni Tinder: la seducción era otra cosa

La frigidez no es un pecado, pero sí una lástima. Ayer salí de ver La seducción, de Sofia Coppola, cargando con una anorgasmia militante -en mi barrio se dice revenía’- y corrí al Burger King a meterme entre pecho y espalda una vulgar pero sincera tendercrisp que me devolviese a la tierra, que me conectase de nuevo con la carne, la saliva y la culpa, con la lascivia del queso americano y la grosera humanidad de dos labios abriéndose. La parte de la vida que me interesa suele alojarse al otro lado de la boca que se desprende, que se ensancha como una flor carnívora llena de fascinaciones, admiración, estupor o apetitos. La película fue como el antónimo: más o menos un rictus. 

Mujeres en Cannes. En 70 años, solo dos directoras premiadas

Mujeres en Cannes. En 70 años, solo dos directoras premiadas

Este domingo, Sofia Coppola, por La Seducción, ha hecho historia al convertirse en la segunda mujer que se ha alzado con el premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes. La primera vez que una mujer ganó este premio fue en 1961: Yuliva Solntseva por The Story of the Flaming Years. Para que se repitiera un nombre femenino en este palmarés han tenido que pasar 56 años, que se dice pronto.

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