CryptoChicks, las tías conquistan el bitcoin
«Estudios recientes han mostrado que las mujeres suponen menos del 10% de la comunidad» de las criptomonedas, lamenta Olga Plokhuta, responsable de CryptoChicks. «Si vas a un encuentro [sobre criptomonedas], puede que, en una sala de 100 personas, haya dos o tres mujeres», cuenta a The Objective. De ahí que Elena Sinelnikova, profesional del sector, decidiera dar un paso adelante en julio de 2017 y crear CryptoChicks (CriptoTías o CriptoNenas, en español), una organización canadiense de carácter internacional para potenciar la formación de mujeres en materia de criptomonedas y blockchain. «Cuando empezaron los encuentros de CryptoChicks, generaron un interés enorme entre mujeres. ¿Cuál fue la razón? Pues sí, todo se reduce al desequilibrio de género y CryptoChicks tiene el objetivo de allanar el camino para que todos los géneros tengan igualdad de oportunidades y hagan prosperar la tecnología del futuro», expone Plokhuta.
«Estudios recientes han mostrado que las mujeres suponen menos del 10% de la comunidad» de las criptomonedas, lamenta Olga Plokhuta, responsable de CryptoChicks. «Si vas a un encuentro [sobre criptomonedas], puede que, en una sala de 100 personas, haya dos o tres mujeres», cuenta a The Objective. De ahí que Elena Sinelnikova, profesional del sector, decidiera dar un paso adelante en julio de 2017 y crear CryptoChicks (CriptoTías o CriptoNenas, en español), una organización canadiense de carácter internacional para potenciar la formación de mujeres en materia de criptomonedas y blockchain. «Cuando empezaron los encuentros de CryptoChicks, generaron un interés enorme entre mujeres. ¿Cuál fue la razón? Pues sí, todo se reduce al desequilibrio de género y CryptoChicks tiene el objetivo de allanar el camino para que todos los géneros tengan igualdad de oportunidades y hagan prosperar la tecnología del futuro», expone Plokhuta.
El germen del proyecto fue un encuentro organizado por Sinelnikova en el que hizo una presentación de introducción al blockchain. «La motivación para formar el grupo era bastante obvia», cuenta Plokhuta. No era otra que «la infrarrepresentación de mujeres en grandes encuentros de criptomonedas y dentro de la industria de la tecnología en general». La misión de CryptoChicks, «un eje educativo internacional sobre blockchain«, es «cultivar el potencial profesional y de liderazgo que tienen las mujeres en la tecnología blockchain«. La organización cree que «el involucramiento de las mujeres ayudará al blockchain a sacar su enorme potencial como instrumento de cambio positivo en el mundo».
Los retos de las criptotías
Pero ¿cuáles son los problemas a los que se enfrentan las mujeres en el mundo de las criptomonedas? La propia Plokhuta lo explica: «Uno de los principales retos tiene que ver con la educación«, ya que «de media, menos de la mitad de los estudiantes de Informática son mujeres y muchas de las que podrían estar interesadas en la tecnología pueden no tener la formación que buscan las empresas«. Además, Plokhuta apunta también a que no hay tierra fértil (todavía) sobre la que cultivar un ambiente de «apoyo mutuo entre compañeras». La falta de presencia femenina es un problema que no solo afecta a las criptomonedas, sino «a todas las ramas relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, lo cual dificulta encontrar una comunidad en la que se puedan relacionar fácilmente o sentirse seguras». Es por eso que CryptoChicks considera que «construir una comunidad capitaneada por mujeres es tan importante para apoyar el liderazgo femenino«.
El trabajo formativo que desempeña CryptoChicks se divide en dos partes: talleres por internet y hackatones (encuentros de programadores). «Nuestro programa formativo online enseña a las mujeres la base del código de blockchain además de nociones de negocio del blockchain», ilustra Plokhuta. Lo que consiguen con los hackatones es «reunir a todas [las mujeres] en un ambiente creativo, donde, guiadas por mentores, pueden aplicar sus habilidades recién adquiridas, edificar sus ideas desde cero, construir un equipo y posiblemente hacer nuevas amistades y contactos».
CriptoTía del Año y hombres y viceversa
Además del aprendizaje, la organización también realiza otras actividades, como nombrar a la «criptotía del año», un galardón que en 2018 ha ido a parar a Harshita Arora, una adolescente india que ha desarrollado una aplicación para rastrear y comparar el precio de cientos de criptomonedas.
Pero CryptoChicks no es un proyecto dirigido solo a profesionales. «Es para la diversidad del público -en conocimiento, género, edad y raza-: inversoras, mujeres involucradas emprendedoras en el mundo la tecnología, gerentes corporativas, mujeres de carrera, amas de casa, abuelas y todas las demás mujeres que han oído hablar del bombo generado por las criptomonedas y que quieren aprender más y quizá invertir o utilizarlas en sus negocios o sus empleos, pero que necesitan una forma de empezar». Y, aunque el foco siempre está en las mujeres, también hay espacio para ellos: «Tenemos hombres como miembros de equipos, embajadores, conferenciantes, presentadores, mentores, etcétera, que nos apoyan».