THE OBJECTIVE
Sociedad

Cedillo, la última frontera privada de Europa

Cedillo está rodeada de territorio portugués pero su único acceso al país vecino, situado en un embalse gestionado por Iberdrola, solo abre el fin de semana.

Cedillo, la última frontera privada de Europa

La distancia entre Cedillo, en Cáceres, y Montalvão, en Portugal es de 100 kilómetros de lunes a viernes y solo 14 los fines de semana. El puente que une ambas localidades se encuentra en un embalse, propiedad del Estado español y gestionado por Iberdrola, que se niega a abrir el acceso por motivos de seguridad.

 

En Cedillo, el pueblo más occidental de Extremadura, se encuentra la última frontera privada de Europa. Enclavado en el triángulo que dibujan los ríos Tajo y Sever, frontera natural entre España y Portugal, este municipio cacereño se encuentra a solo ocho kilómetros en línea recta del vecino Montalvão, distancia que, por carretera, los fines de semana se convierte en 14 kilómetros y de lunes a viernes en más de 100. ¿La razón? El puente que conecta ambas localidades se encuentra en el embalse de Cedillo, cuya central hidroeléctrica gestiona Iberdrola. En 1995, año en el que entró en vigor el Acuerdo de Schengen que permite la libre circulación de personas y mercancías dentro de la Unión Europea, la empresa decidió cerrar el paso, aislando esta localidad de sus vecinos lusos. Hoy solo es posible cruzar esta vía en coche, a muy baja velocidad, entre las 10.00 horas del sábado y las 22.00 horas del domingo.

«Iberdrola alega motivos de seguridad que son muy difíciles de salvar», explica Antonio González, alcalde de Cedillo por el PSOE desde 1987. «La central tiene los generadores en la parte superior y también hay unas grúas que cuando trabajan cruzan por donde pasamos con los coches», reconoce. «El ayuntamiento tiene dos trabajadores allí los fines de semana precisamente para controlar el paso, que no cruce nadie andando y dar información», señala el alcalde.

Historia de la última frontera privada de Europa
Embalse de Cedillo y el puente de la presa de Iberdrola. | Imagen cedida por el Ayuntamiento de Cedillo.

Aunque el pantano es propiedad del Estado español, el Ministerio de Fomento alega que la apertura de la instalación es competencia de Iberdrola. La empresa, por su parte, se escuda en que todo lo que ocurra en la central es responsabilidad suya, de manera que, para evitar cualquier incidencia, mantiene el paso cerrado mientras se trabaja, esto es, los días laborales. En palabras de González, «nadie quiere aceptar la responsabilidad, pero nadie ofrece soluciones». Y si nos remontamos al origen de la desconexión, esta nació, precisamente, con la construcción del embalse. Porque antes no había puente, pero el río Sever era vadeable y los habitantes de ambos lados cruzaban andando de manera regular.

Cedillo está rodeado por el norte, el sur y el oeste de territorio portugués, por lo que los lazos de amistad e incluso familiares con el país vecino han sido constantes. Con la inauguración del embalse por el régimen de Franco en 1974, el nivel del agua aumentó, impidiendo la comunicación entre ambas comarcas. Incomprensiblemente, la obra se ejecutó sin tener en cuenta el necesario paso transfronterizo. 

El aislamiento definitivo llegó en 1995 cuando Iberdrola decidió rodear las instalaciones de verjas y vallas, limitando la apertura de la pasarela que cruza el río a los fines de semana. Fuera del horario estipulado, los habitantes de Cedillo y los municipios cercanos pueden cruzar al otro lado en barca. «Si se necesita, por alguna circunstancia, se pregunta a alguien si te puede pasar o se llama a alguien del otro lado para que venga», asegura González. O realizar un enorme desvío de más de 100 kilómetros, hasta Valencia de Alcántara, para regresar prácticamente al mismo punto. “Es imposible. Salvo que sea absolutamente necesario, no vas”, añade. 

Historia de la última frontera privada de Europa 1
Paisaje natural de Cedillo. | Imagen cedida por el Ayuntamiento de Cedillo.

Un nuevo puente financiado por la Unión Europea

La solución que durante décadas vienen demandando los vecinos de ambos lados de la Raya es la construcción de otro puente, unos 500 metros aguas arriba de la central, que en 2008 parecía cerca de convertirse en una realidad. La Unión Europea concedió cuatro millones de euros a la Diputación de Cáceres, entonces gobernada por el PSOE, para la construcción de un nuevo puente, cifra que correspondería al 75% del presupuesto, cifrado en unos seis millones. La cámara municipal de Nisa, a la que pertenece Montalvão, estaba dispuesta a aportar otro millón para el puente y el gobierno luso habló de poner otro medio millón. De hecho, construyeron la carretera que conectaría con España. Pero en 2011 el Partido Popular se hizo con la Diputación de Cáceres y decidió devolver el dinero a Europa alegando que la cantidad subvencionada no era suficiente.

«Yo siento pena de que se juegue con estas cosas de manera política porque ya no era simplemente el paso: estábamos en la época más terrorífica de la crisis y cuatro o cinco millones de euros a las empresas de la zona y no tan de la zona les hubieran venido muy bien. El problema de base es que como la petición la había gestionado el PSOE, cuando gobernó el PP no quiso hacerla. Y al final ese dinero no vino aquí ni a ningún sitio porque estaba destinado a ese proyecto”, explica el alcalde de Cedillo.

En 2015 el PSOE recuperó la diputación y volvió a solicitar la misma subvención, “pero evidentemente la respuesta de Europa se veía venir”, lamenta González. “Lo hemos aprobado, no lo ejecutáis y ahora venís a pedirme otra vez lo mismo. No parece de lógica, aunque me vengáis contando que son guerras políticas. Ahora toca buscar otras vías de financiación que habrá que ver con la Junta, el gobierno central y Portugal”, señala el alcalde. Porque Cedillo se ha convertido en la punta de lanza de una cuestión que afecta a todos los pueblos de la Sierra de San Pedro en Cáceres y el norte de Portalegre en Portugal.

Historia de la última frontera privada de Europa 2
Zona poblada de Cedillo. | | Imagen cedida por el Ayuntamiento de Cedillo.

La actividad económica y comercial no puede despegar

“Somos la España vacía, pero también el Portugal vacío porque ahora mismo somos periferia. Con el puente dejaríamos de serlo porque estamos juntos. Además, es el camino más corto entre Madrid y Lisboa. Nosotros tenemos muy buena relación no solo con Montalvão, sino con todos estos pueblos de Portugal. Pero no se puede tener una relación económica y comercial si solo se puede hacer los fines de semana”, explica González mientras habla de matrimonios mixtos, familias repartidas a ambos lados de la frontera o cacereños que viven en Portugal y lusos vecinos de Cedillo. “Yo siempre pongo el mismo ejemplo: un empresario me ha dicho que en el momento en que el puente esté hecho quiere montar una gasolinera aquí. El combustible es más barato en España y los vehículos portugueses vendrían a repostar”, dice sobre el impulso económico que el puente supondría. “Pero hay una cuestión más humana todavía: que las personas se puedan relacionar de manera libre y sin problema”, añade.

Recientemente el defensor del pueblo, Francisco Fernández Marugán, admitió a trámite una queja de Armando Nevado, impulsor, a su vez, de una petición en Change.org donde básicamente denuncia lo mismo: la insostenible situación de incomunicación que sufre Cedillo. Aunque Marugán les dio la razón, el alcalde no confía demasiado en la dirección de su respuesta o su capacidad de acción. “Los escritos del defensor del pueblo instan a Iberdrola a que nos deje el paso permanente durante todos los días por ser una concesión de unas aguas que son públicas. Pero es muy complicado”, afirma.

A pesar de todo, Cedillo continúa luchando. Y aunque sea un pueblo pequeño, González asegura que tienen vida para rato. “Tenemos dos tiendas, cuatro bares, una panadería, una casa rural, un estanco”, enumera. “No llegamos a los 450 habitantes, pero de vaciarse sería a muy largo plazo. En infantil y en primaria tenemos más de 20 niños, somos el pueblo de la comarca con más niños. Y está volviendo gente que se ha jubilado”, señala. “Yo espero ver el puente construido. Y espero que sea más pronto que tarde. Yo la esperanza no la pierdo ni dejo de reivindicarlo cada vez que voy a un organismo oficial que pueda tener competencias para hacerlo”, concluye.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D