Los centros de salud, un dique de contención sin refuerzos ante la tercera ola de coronavirus
Mientras que los centros de salud siguen intentando contener la tercera ola se les ha añadido el trabajo de tener que suministrar la vacuna
Hace unas semanas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba que España cuenta con 13.000 centros de vacunación. Es decir, 21 veces más que los que tiene Estados Unidos para poner la vacuna. Esta cifra se corresponde con el número de centros de Atención Primaria (AP) que hay en España. Según el Ministerio de Sanidad, estamos dotados de 13.122 centros de salud, de los cuales 10.067 corresponden a consultorios locales.
Además, nuestro país se encuentra en un momento en el que hay una tercera ola que algunos expertos definen como «inminente». El Ministerio de Sanidad notificó el pasado viernes 40.197 nuevos contagios de coronavirus, la cifra más alta de toda la pandemia, y 235 muertos. De estos 40.197 casos, 17.039 correspondían a las últimas 24 horas. La curva está creciendo a una velocidad inaudita, con tres jornadas seguidas con más de 30.000 positivos. Todas las comunidades autónomas, excepto Asturias y Canarias, según los datos del Ministerio de Sanidad, rebasan los indicadores de nivel de riesgo extremo de COVID-19.
Mientras que los centros de salud siguen intentando contener la tercera ola se les ha añadido el trabajo de tener que suministrar la vacuna. En The Objective hemos hablado con dos expertos que nos cuentan cómo se vive la situación de colapso en la atención primaria.
«Los centros de salud han hecho PCR cuando se les dijo que hicieran PCR, han hecho de rastreadores cuando no había rastreadores, han hecho la vacunación antigripal como la llevan haciendo durante toda la historia y ahora mismo están haciendo el esfuerzo con la vacunación con los mismos medios», cuenta Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz COVID-19 [contexto id=»460724″] de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Sin refuerzos en los centros de salud
Y es que la vacuna no es solo un pinchazo, se trata de un acto clínico, según nos cuenta Lorenzo. Hay un amplio procedimiento, primero, hay que comprobar si el paciente cumple los criterios. Después, observar si el mismo tiene efectos adversos, hacerle un seguimiento y finalmente registrarlo en su historia clínica. Una gran carga de trabajo para los centros de salud.
«En los centros de salud seguimos exactamente igual, no se ha hecho ningún tipo de refuerzo. Uno de los requisitos en la primera ola era el que se reforzara la atención primaria y de palabra todas las comunidades dijeron que la fortalecerían pero de hechos no se ha reforzado. Nosotros pedimos que se reduzcan las cargas burocráticas, que se puedan eliminar incluso algunos trabajos que estamos haciendo que no aportan nada, son pérdida de tiempo, sobrecarga de trabajo y en muchos de los casos que nos impiden dedicarnos con más fuerza a lo que tenemos que dedicarnos que es la actividad clínica y la preventiva», ha dicho Eduardo Lamarca, presidente de la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria de Castilla y León.
Los dos expertos coinciden en que la atención primaria está en progresivo deterioro y que no se ha reforzado para la gran ola que se avecina. «Partimos de la base de que la atención primaria lleva muchos años en un progresivo deterioro porque no se ha reforzado absolutamente nada y la COVID-19 ha llegado con una atención primaria debilitada a la que se ha sobrecargado en múltiples aspectos», afirma Lorenzo.
La atención primaria es la gran desconocida
Y es que según afirman los dos expertos, la atención primaria es la gran desconocida y la gran olvidada. «Se publican los pacientes hospitalizados con coronavirus, los pacientes en UCI y por desgracia los muertos. Pero el gran volumen de pacientes que han sido tratados de forma ambulatoria por médicos y enfermeros de los centros de salud se desconoce porque nadie ha dado su número. Por decirte un ejemplo, en mi centro de los 100 pacientes que he tenido positivos ha habido seis ingresos hospitalarios y dos UCI. Los centros de salud lo que han hecho ha sido contener pacientes que si no irían al hospital desesperados porque no tenían otro medio. El papel de contención ha sido muy alto y a veces es triste lo olvidado que es» cuenta a The Objective el portavoz COVID-19 de la SEMG.
«Si no se toman medidas y lo que se pretende es una vacunación masiva los centros de salud se van a saturar, porque lo que se pretende es una vacunación masiva en la que se acuda de una forma muy importante a los centros de salud y no se tomen medidas alternativas como podría ser el refuerzo de personal», ha dicho Lorenzo. ¿Una solución? Es difícil. «Una alternativa podría ser crear grupos específicos de trabajo para exclusivamente vacunar o utilizar locales amplios. Estamos en lo mismo que cuando se hace un hospital de campaña, si eso consta de retirar el personal de los centros pues tampoco es una solución lo que se cambia es la logística pero no el personal», afirma Eduardo.
Otro de los grandes problemas es el diagnóstico de otras patologías. «Desgraciadamente, se preveía y se confirma tanto en nuestro país como en el resto de nuestro entorno que una de las consecuencias de la pandemia es el daño indirecto a la prevención, diagnóstico y tratamiento de otras enfermedades, especialmente crónicas, al tensionar al máximo el sistema sanitario teniendo que redirigir esfuerzos hacia el control de la pandemia. Los sistemas sanitarios tienen límites humanos y de recursos por lo que si no se aumentan estos factores, es imposible dar respuesta por igual a todo», dice Lorenzo.