‘Ponte guapa, te sentirás mejor’: el programa que devuelve la autoestima a pacientes con cáncer

Los tumores son la segunda causa de mortalidad en España. En 2020 se estima que murieron 113.000 personas de cáncer en el país, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Las cifras siguen siendo escandalosas y la lucha contra el cáncer continúa sin descanso para que cada vez sean más los supervivientes de esta enfermedad.

Afortunadamente, la supervivencia al cáncer se ha duplicado en los últimos 40 años, pero sobrevivir a esta enfermedad supone un duro proceso en el que la vida del paciente se pone patas arriba. Operaciones, quimioterapia o radioterapia, rehabilitación, terapia psicológica… Este largo camino pone a prueba la fortaleza de la persona en tantos aspectos de su vida que quizá es por eso que en ocasiones se dejan de lado ámbitos que pueden parecer menos importantes.

El cuidado de la piel, el cabello, cuestiones de belleza en general, pueden verse un poco olvidados y esto puede afectar a la autoestima y llegar a suponer un problema. Por eso, la Fundación Stanpa decidió traer a España el programa Look good feel better y transformarlo en ‘Ponte guapa, te sentirás mejor’, para «ayudar a las personas con cáncer a recuperar su imagen posiblemente afectada por los efectos secundarios del tratamiento oncológico mediante talleres centrados en el cuidado de la piel y el uso del maquillaje», según explica a The Objective Pilar Cairó, la directora del programa.

¿Por qué centrarse en la belleza?

«Cuidar tu aspecto, además de mejorar el estado de ánimo, ayuda a afrontar de forma más positiva los tratamientos y sus consecuencias, aumenta la autoestima y facilita la interrelación con las personas que te rodean», defiende la directora del programa.

Es decir, no es solo sentirse guapa porque sí. «No es solo un tema de aspecto físico, de verse súper guapa, que también, pero el cuidado personal, y nos hemos dado cuenta durante esta época de la pandemia, es una rutina que tiene que tener todo ser humano para enlazar con su vida diaria», explica Cairó. «Las rutinas son una parte importante que condiciona la calidad de vida de las personas. A nosotros nos han roto ir a la oficina, nos han roto salir con los amigos, nos han roto los fines de semana en la montaña, ¿qué nos han roto?, nuestras rutinas, y ¿cómo nos sentimos?, mal».

El diagnóstico de cáncer supone un gran cambio en la vida de la persona, un cambio que «precisa de una adaptación y para esta adaptación y esta normalización es súper importante el integrar las rutinas, la rutina de cuidado personal, como una rutina de ejercicio físico, como puede ser una rutina de una alimentación equilibrada, son las rutinas que configuran la vida diaria de una persona y que le ayudan a normalizar», señala Cairó.

Por eso, «cuando vamos a los hospitales vamos con la idea y con el objetivo de facilitar a las pacientes unas herramientas muy sencillas de normalización de su vida diaria». En definitiva, «el objetivo es reforzar la confianza de las pacientes ayudándolas a restablecer su propia imagen para recuperar la autoestima y llevar adelante su lucha contra la enfermedad».

¿Qué se enseña en estos talleres?

Estos talleres son totalmente prácticos. En ellos, voluntarios expertos en belleza, como esteticistas, maquilladores y expertos en cosméticos guían a las pacientes «a través de los 12 pasos esenciales para el cuidado de la piel y el uso del maquillaje», cuenta Cairó. «En cuanto a temáticas, van desde el cuidado de las manos y uñas, del cuero cabelludo, cuerpo a la protección solar».

En estos encuentros, esteticistas y maquilladoras enseñan a las pacientes a cuidar su piel y a maquillarse durante lo que dura el tratamiento, «ya que tomar las riendas de su propia imagen ayuda a sentirse mejor y a tener una actitud más positiva ante la enfermedad», defiende Cairó.

Para poder realizar estas sesiones, las pacientes reciben un neceser con los productos necesarios, todos donados por distintas empresas del sector que se han unido en esta iniciativa.

«Es un programa neutro en cuanto a marcas, es decir, no se promociona ninguna marca concreta. Por lo tanto, se necesita una entidad detrás que sea capaz de proporcionar productos en cantidades suficientes para que las pacientes tengan productos para hacer los talleres», explica la directora del programa, que señala que en la actualidad este cuenta con 19 empresas patrocinadoras y 13 colaboradoras.

En los talleres, que ahora se realizan online, suele estar presente una enfermera del servicio oncológico. «Todos los mensajes que nosotros le mandamos son mensajes totalmente contrastados con el hospital. Nosotros sabemos exactamente dónde termina el límite en el cual la paciente tiene que consultar a su médico o enfermero antes de proseguir con ciertas prácticas cosméticas o estéticas», dice Cairó. «En este sentido también les educamos, entre comillas, a que toda la información que busquen la busquen de fuentes relevantes y, a poder ser, siempre absolutamente integradas con su equipo sanitario, con su equipo profesional».

Socialización y acompañamiento

En estas sesiones se enseña a las pacientes a dibujarse una ceja, a cuidarse las uñas, a elegir un protector solar, sí, pero también es un espacio en el que compartir y sentirse acompañado.

«La socialización, en muchos pacientes con cáncer, es muy importante, y ahora más que nunca, porque el confinamiento no ha hecho más que añadirse al aislamiento que sufren muchos de ellos», dice Cairó. «Además, se suma que ahora en los hospitales las pacientes tienen que ir solas. El factor de aislamiento ahora es muy importante. Entonces, estamos fomentando rutinas que facilitan la calidad de vida y favorecen también este aspecto de compartir, de socializar».

Estas dinámicas ayudan «a no sentirse solas, a no pensar que es que les ha pasado una desgracia que no le pasa a nadie, a ver que se puede mejorar».

¿Quién puede acceder a ellos?

El programa ‘Ponte guapa, te sentirás mejor’, está destinado a pacientes de cáncer de los hospitales públicos que quieran adherirse a él. «Llevamos ocho años y medio y tenemos suscritos convenios con 46 hospitales públicos en todo el territorio nacional», dice Cairó, que considera que «lo importante de esto es que 46 servicios de oncología de los hospitales públicos encabezados por su jefe de servicio, más las gerencias o las propias consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas están de acuerdo, comparten que el cuidado personal y el verse mejor para un paciente con cáncer aporta unos beneficios para la calidad de vida de estos pacientes».

Los talleres se desarrollan en hospitales públicos «porque es un programa que es totalmente gratuito, para los hospitales y para las pacientes. Viene totalmente soportado económicamente en términos de producto por las empresas cosméticas que colaboran en el proyecto».

Aunque el nombre del programa está en femenino y es cierto que la demanda es mayor por parte de las mujeres, también se hacen talleres para hombres. «El cáncer no entiende de géneros, la cosmética tampoco entiende de géneros», defiende Cairó.

«Nosotros creemos que los hombres se pueden beneficiar también muchísimo del cuidado personal, siempre hemos estado abiertos, porque hay muchas necesidades que los hombres también tienen», como «los problemas de sequedad de la piel, de sensibilización por el sol, se les caen las cejas, las pestañas…».

Por eso, la fundación ofrece también sesiones para ellos, pero a los hospitales les suele costar reunir los grupos, explica Cairó. Eso sí, asegura que los que se han hecho han sido «maravillosos»: «Hemos tenido chicos jovencitos y señores de mi edad o más y todos estaban encantados, sobre todo estaban muy contentos con la parte de cuidado de la piel, el simple hecho de ponerse una hidratante, de darse un poquito de masaje, el tema de dibujarse una ceja y también incluimos la parte del barbero, que es algo que les interesa muchísimo».