Pagar con la palma de tu mano, más cerca que nunca: así funciona la nueva tecnología de Amazon
La compañía de Jeff Bezos lanza Amazon One, un dispositivo biométrico que toma múltiples imágenes de las líneas finas y crestas de la palma, capturando algunos detalles subcutáneos, como las venas, que no son visibles en las fotografías corrientes
Amazon es una apuesta constante por la innovación. La compañía de Jeff Bezos lleva años no solo impulsando el modelo de negocio online, que tantas alegrías le ha ofrecido durante esta pandemia, sino distintas formas de pago que podrían encajar con el guion de una película de ciencia ficción (por lo menos, de una noventera).
Sus tiendas presenciales Amazon Go, en total 20 repartidas a lo largo y ancho de la geografía norteamericana, son buena prueba de ello. Su método de pago actual, el que está en funcionamiento ahora mismo, es cuando menos poco ortodoxo: el cliente no tiene que pasar por la caja del supermercado, sino que coge lo que quiere de las estanterías y se va. Esto se da gracias a un complejo sistema de cámaras y sensores de proximidad que registran los artículos en el móvil del cliente, asociado a su cuenta. Ahora la tecnológica da un paso más al incorporar un sistema de pago con el cual no sería necesario ni llevar el móvil encima, bastaría con una mano.
Este nuevo sistema lleva por nombre Amazon One y comenzará a estar disponible solamente en dos de sus tiendas Amazon Go en Seattle, para más adelante expandirlo a otros mercados, como la cadena de supermercados Whole Foods, también propiedad de Bezos. No se descarta que su tecnología pueda ser vendida a terceros, por lo que quien sabe si más pronto que tarde pueda estar disponible en países como España.
Un sistema biométrico y personalizable
El Amazon One es un dispositivo biométrico que utiliza una cámara especial que toma múltiples imágenes de las líneas finas y crestas de la palma, capturando algunos detalles subcutáneos, como las venas, que no son visibles en las fotografías corrientes.
Para activar el sistema, el cliente debe insertar una tarjeta de crédito en un dispositivo Amazon One y sostener una palma sobre ella, hacia abajo, para que la cámara pueda escanearla. De esta forma, los datos biométricos de la palma del cliente quedan asociados a su tarjeta bancaria, por lo que la mano funciona automáticamente como método de pago con cargo directo sobre la tarjeta registrada. Al darse de alta, el usuario tiene la opción de vincular solo una palma o ambas.
Este paso inicial es para registrarse y solo se completa la primera vez. Ya dado de alta, el cliente solo tiene que colocar la mano sobre el escáner de Amazon One para poder entrar en la tienda. Al igual que con en el sistema que funciona ahora con el smartphone, todo lo que el usuario coja de los estantes se cargará automáticamente a la tarjeta de crédito asociada a la mano, pero sin necesidad de llevar el móvil encima. El tiempo que tarda el sistema en reconocer la palma del cliente es de aproximadamente un segundo.
Más allá de para hacer la compra en el supermercado, la compañía de Bezos cree que este sistema podría utilizarse asimismo para agilizar la entrada en conciertos, cines o estadios en un futuro –cuando la pandemia nos permita regresar a este tipo de eventos–. También lo ofrecerá como sistema de identificación de empleados en edificios de oficinas, por lo que fichar podría convertirse en un gesto sencillo y olvidarnos para siempre de las típicas tarjetas corporativas. Por otro lado, Amazon One no requiere que el cliente tenga una cuenta en Amazon, solo su tarjeta bancaria y un número de teléfono para asociarlo a la palma. Además, en tiempos de COVID, el sistema permite pagar o identificarse sin ningún tipo de contacto físico, lo que le añade atractivo a esta tecnología.
Cuestión de privacidad
Al igual que otras grandes compañías tecnológicas, Amazon busca expandir su presencia en el ámbito financiero y con esta iniciativa podría competir con sistemas de pago en el móvil como los de Apple y Google. Pero al trabajar con sistemas biométricos siempre entra en juego la polémica de la privacidad.
La compañía de Bezos tiene ya una ristra de polémicas en este sentido. Varios grupos de activistas en defensa de la privacidad de los usuarios denunciaron a Amazon por su software de reconocimiento facial, una denuncia que llevó a la empresa a suspender temporalmente la venta de su software Rekognition a la policía.
Los responsables de Amazon se han adelantado a las críticas a este nuevo sistema biométrico y han explicado ya que Amazon One no almacenará ninguna información de manera local en los escáneres de entrada en las tiendas, añadiendo que todas las imágenes de la palma del usuario estarán encriptadas y almacenadas en la nube.
De hecho, una de las razones por las cuales la compañía ha elegido el reconocimiento de la palma de la mano en lugar de cualquier otro sistema biométrico –como el facial, el de la huella dactilar o el del iris– es porque éste, además de ser muy preciso, para ser activado requiere que el usuario realice un gesto intencionado –girar y extender la mano–.