Los drones llegan a Marte
Su objetivo es obtener información dirigida a demostrar la viabilidad y el potencial de los vehículos más pesados que el aire en el Planeta Rojo
La semana pasada llegó a suelo marciano el rover Perseverance como parte de la misión a Marte 2020, algo espectacular. El jueves 18 de febrero de 2021, a las 21:55 hora penínsular española, amartizó un vehículo de alrededor de 1.000 kilogramos de peso que fue depositado por el sky crane de la Nasa, un componente al que iba unido a través de unos cables, los cuales se soltaron cuando la máquina tocó la superficie.
Esta misión es muy especial para los amantes de los vehículos no tripulados. De la panza del rover Perseverance saldrá un dron, que dentro de 30 soles (como se conoce al día marciano), empezará a funcionar. El Ingenuity, tal y como se denomina a este aparato de 1,8 kilogramos, está pensado para marcar un nuevo hito en la historia de la aviación no tripulada en un planeta o cuerpo celeste más allá del planeta Tierra.
Este helicóptero de la Nasa ha viajado hasta Marte junto con el Perseverance y forma también parte de la misión Mars 2020. Su objetivo es obtener información dirigida a demostrar la viabilidad y el potencial de los vehículos más pesados que el aire en el Planeta Rojo.
¿Asentamientos en Marte y la Luna?
Su misión es la de demostrar que es posible volar en Marte. Aparte, podrá tomar alguna fotografía o imagen derivada de la telemetría que vaya enviando. Pero lo que es seguro es que si el dron demuestra que puede volar en Marte, habrá numerosas misiones no tripuladas al planeta rojo que contarán con drones.
Todo ello hasta el punto de que, cuando la fluidez de las comunicaciones mejore aún más, podremos dirigir un dron en Marte desde la Tierra. Seguro que, de la misma manera que están ya planteando las cuestiones que son necesarias para implantar el Lunar Gateway, es decir, la estación espacial lunar, en breve podríamos tener la primera internet interplanetaria. De hecho, ya se plantean los dominios de internet .mars
Los asentamientos en Marte de momento están encima de la mesa, y la iniciativa privada observa dichos proyectos planetarios como fuente de un gran potencial económico. La industria espacial ha servido para proyectar paralelamente el avance de la medicina y también el desarrollo de nuevas tecnologías que hoy forman parte del uso civil.
Hoy por hoy debemos plantearnos qué legislación se debería aplicar, ya que los instrumentos internacionales que tenemos piden un cambio. Así, los llamados principios de teledetecciòn satelital o Remote Sensing of Earth from Outer Space ya no podrían aplicarse precisamente porque el título de la norma de soft-law es claro. por tanto, necesitaríamos unos principios de teledetección marciana.
La carrera espacial se ha acelerado casi como este inicio de año 2021. Tres misiones espaciales están ya mirando suelo marciano en febrero, bien desde el espacio (la misión de los Emiratos Árabes Unidos “Hope”), tocando casi tierra marciana (la misión china Tianwen-1) o ya de lleno en ella (Perseverance). Todo ello señala a Marte como un nuevo destino para la humanidad en muy pocos años.
Vuelos cortos y autónomos
Según la Nasa, el dron operará de forma autónoma en vuelos de unos 90 segundos y pocos metros, ya que no es posible realizar la misión en tiempo real como si tuviéramos una miniestación de control como cuando operamos uno de estos vehículos en la Tierra. Entre el planeta Tierra y Marte hay unos 20 minutos de diferencia y la conexión no es tan fluida. Como afirma el Jet Propulsion Laboratory, los científicos de la agencia espacial norteamericana se encargarán de enviar las instrucciones para que el Ingenuity realice un vuelo autónomo sin necesidad de tener un operador remoto en constante control de la aeronave.
Su fuselaje tiene el tamaño de una pelota de béisbol, y sus palas girarán 10 veces más rápido que un helicóptero en el planeta Tierra. Así, mientras las aspas de un helicóptero terrestre giran alrededor de 500 revoluciones por minuto (rpm), el sistema de hélices del dron marciano mostrará una velocidad entre 2.600 y 3.000 rpm, lo cual es increíble para un helicóptero, pero no tanto para un dron terrestre, cuyo sistema de rotores incluso supera esa velocidad.
El motivo por el cual el sistema de doble aspa del dron marciano gira así es la escasa atmósfera marciana, equivalente a un 1 % de la atmósfera terrestre. Así, el rotor del dron necesita girar más rápido para generar más cantidad de aire debido a que en el Planeta Rojo hay una densidad equivalente en la Tierra a situar al dron a unos 30.000 metros (unos 100.000 pies) de altitud sobre el nivel del mar.
A su vez, el dron volará en diferentes misiones, las cuales irán subiendo en intensidad. Se calcula que el dron ascenderá hasta 5 metros del suelo marciano, sin perjuicio de que posteriormente amplíen quizás el marco de maniobra del vehículo.
El Ingenuity viene equipado con baterías capaces de almacenar energía suficiente como para unas 90 horas, duración equivalente a la batería de tres smartphones (aunque algunos podrán durar más en función standby). También tiene unos paneles solares que le ayudarán a almacenar la energía, la cual debe ser utilizada inteligentemente por el dron.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.