El G20 llama al diálogo ante el riesgo de una guerra comercial que amenaza la economía internacional
El G20 financiero ha llamado al diálogo en medio de una guerra comercial que amenaza el crecimiento, al finalizar este domingo una reunión de dos días en Buenos Aires.
El G20 financiero ha llamado al diálogo en medio de una guerra comercial que amenaza el crecimiento, al finalizar este domingo una reunión de dos días en Buenos Aires.
Los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales del G20 han señalado que aunque el crecimiento de la economía mundial sigue siendo «robusto», los «riesgos de corto y medio plazo» sobre la actividad global se han incrementado, encarnados en particular por «las tensiones comerciales y geopolíticas».
En este contexto, han invitado a «intensificar el diálogo» para «mejorar la confianza», en un contexto de aumento generalizado de aranceles aduaneros tras la decisión del gobierno de Donald Trump de imponer gravámenes adicionales a importaciones de acero y aluminio.
El texto, en tono conciliador, no hace referencia directa a la guerra comercial, y se acerca más a las declaraciones europeas que buscan el entendimiento para evitar una escalada, que a la postura más dura exhibida por Estados Unidos. En un tono opuesto al asumido por Trump, el comisario europeo para Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, Pierre Moscovici, ha asegurado que los países europeos están listos para «tender puentes».
El funcionario respondía así a los comentarios del presidente estadounidense que la semana pasada calificó a China, la Unión Europea (UE) y Rusia como «enemigos» comerciales. Trump amenazó con ampliar los aranceles adicionales que impuso sobre el acero y el aluminio a todas las importaciones desde el gigante asiático, por un total de 500.000 millones de dólares anuales.
En este sentido, Estados Unidos exhibe una postura mucho más dura en materia comercial. «Deseamos tener una relación (comercial) más equilibrada» con China y «la relación equilibrada es que podamos vender más bienes» al gigante asiático, afirmó el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, el sábado.
Estados Unidos busca combatir un déficit comercial con China que supera los 370.000 millones de dólares anuales. En el proceso, la subida de aranceles afectó a otros de sus socios comerciales como la UE, Canadá o México (miembros junto a Estados Unidos del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN).
«La Unión Europea no es, ciertamente, responsable de los grandes desequilibrios comerciales. Creemos que las acusaciones son inapropiadas», respondió Moscovici. La UE insiste en que la actual coyuntura solo dejará «perdedores» en el camino. «No hace falta decir que un aumento de los conflictos comerciales afectaría negativamente el bienestar en todos los países; también en Estados Unidos», comunicó Moscovici. «El proteccionismo no es bueno para nadie. No hay ganadores, solo víctimas».
La tensión que se ha respirado en los cruces de declaraciones durante el G20 en Buenos Aires es una muestra más de la crisis de las negociaciones comerciales multilaterales, que se evidencian en la parálisis por la que atraviesa la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Mientras el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, ha abogado por «reformar el multilateralismo comercial», Moscovici ha indicado que el «sistema multilateral, del cual el G20 es una pieza central, está bajo una presión significativa» y ha apostado por «fortalecerlo»: «Las decisiones unilaterales nunca pueden ser la respuesta».
En el mismo sentido, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha instado al término de la reunión de Buenos Aires «a que los conflictos comerciales se resuelvan a través de la cooperación internacional sin recurrir a medidas excepcionales«.