Receta de brownie de chocolate: la forma más fácil de preparar este dulce

Un brownie de chocolate no es más que un bizcocho al que no se le añade levadura durante su preparación, de ahí su forma y su textura. Y es que el resultado final del dulce que hoy traemos a THE OBJECTIVE va a ser denso y algo esponjoso, con una capa más crujiente por fuera.

Y es que hablar de brownie es hablar de Estados Unidos (de allí es originaria esta receta) y de chocolate. Además, a la hora de consumirlo podemos decantarnos por hacerlo en frío o en caliente, ya que dependiendo de la opción, la textura va a variar. Incluso aunque se pueda tomar solo, si lo acompañas con una bola de helado de vainilla y con chocolate caliente, tanto tú como tus comensales lo vais a disfrutar aún más.

Pero si hay un adjetivo que defina a esta receta, ese es fácil. Y es que estamos ante una elaboración muy sencilla. Si sabes derretir chocolate, mezclar ingredientes y encender el horno tienes todo para preparar un brownie de chocolate de diez. ¿No te lo crees? Simplemente lee las siguientes líneas para convencerte de que puedes hacerlo sin problema.

Posibles variantes de brownie

Incluso estamos ante un postre que permite muchos cambios, algo que hará que según los ingredientes secundarios que elijamos (no hay que olvidar que hay una serie de elementos que tenemos que usar sí o sí para su elaboración) podamos variar en gran medida el resultado final. ¿Cómo? Por ejemplo, nosotros hoy vamos a utilizar nueces, pero se pueden usar otros tipos de frutos secos. Además también se le puede añadir pepitas de chocolates, galletas Oreo, KitKats… En definitiva, cualquier dulce que te guste, le va genial.

Pero no solo eso, aunque en este caso lo vamos a realizar de chocolate negro, se puede preparar un brownie de chocolate blanco utilizando la misma receta que te vamos a contar a continuación. Simplemente tendrás que cambiar el chocolate para fundir y utilizar uno blanco (o ya puedes cometer una ‘locura’ gastronómica y hacer un brownie de dos chocolates).

Ingredientes

• Una tableta de chocolate para fundir (200 gramos)
• Tres huevos grandes
• Cuatro cucharadas de azúcar moreno
• Tres cucharadas de harina
• 100 gramos de mantequilla
• Una cucharadita de esencia de vainilla
• 50 gramos de nueces

Cómo hacer brownie de chocolate paso a paso

1. Iniciamos la receta del brownie derritiendo el chocolate. Tenemos dos opciones, hacerlo al baño maría (en un bol encima del agua hirviendo de una cacerola) o en el microondas. Esta última es la opción más rápida y sencilla, por lo que simplemente tenemos que poner el chocolate, que hemos dividido en sus onzas, en un tazón y calentarlo un minuto y medio junto con la mantequilla en el microondas. Lo sacamos, mezclamos hasta que se derrita todo el chocolate y la mantequilla y ambos ingredientes se mezclen y quede un resultado homogéneo. Reservamos, ya que queremos que se enfríe un poco.
2. En un bol grande añadimos los huevos, el azúcar y la esencia de vainilla. Ahora es el momento de usar unas varillas, ya que nos van a ser de mucha utilidad a la hora de batir los huevos y que se mezclen a la perfección con el azúcar y la vainilla. Ese proceso tiene que durar unos 3-4 minutos, depende de la potencia que utilicemos.
3. Es el momento de empezar a mezclar todos los ingredientes, pero antes vamos a poner a calentar el horno a 175. Primero echamos el chocolate en el bol grande en el que tenemos la mezcla de huevos, azúcar y vainilla. Volvemos a mezclar para que juntar todo bien y añadimos la harina. Pero no la vamos a verter tal cual, vamos a tamizarla primero con la ayuda de un colador. Ponemos la harina en el colador, encima del bol y le vamos dando golpes hasta que caiga toda. Volvemos a mezclar bien, ahora es recomendable hacerlo con una lengua. Por último esparcimos las nueces y volvemos a darle unas vueltas.
4. Ya casi estamos acabando, pero nos queda el paso final: hornear nuestra masa para que se convierta en un brownie. El recipiente que debemos utilizar debe ser rectangular. Tenemos dos opciones para que no se nos pegue: untar mantequilla por la totalidad de la base y los lados y echar un poco de harina y esparcirla bien o utilizar un papel de horno. Una vez que hayamos elegido una de esas dos opciones y la tengamos lista, vertemos la masa por encima y damos unos golpes para que esté lo mejor repartida posible y además le eliminemos algunas bolsas de aire que se hayan podido crear. Metemos en el horno durante unos 18 minutos. Pasado ese tiempo subimos a 200 grados y lo mantenemos durante cinco minutos, para que se forme esa costra crujiente.

Como recomendación final, y para consumirlo de la forma óptima, es recomendable dejarlo enfriar (pero no en el frigorífico) durante unas horas. Después sólo tendrás que cortarlo en cuadraditos y disfrutarlos.