Cinco vinos tintos de cinco tintas para completar el botellero
De zonas bien diferenciadas, están elaborados con las uvas que identifican a esos territorios. Cinco monovarietales a tener en cuenta y que además aportan
Los cinco vinos tintos de los que te vamos a hablar van perfectamente con el tiempo en el que nos encontramos, representan muy bien el espacio vitivinícola del que proceden y, además, son etiquetas para incorporar al botellero de cara al mes de celebraciones especiales que se aproxima.
Respecto a sus características, son vinos que están en su añada más reciente. Aparte del origen, los distingue la manera en que han sido elaborados, por supuesto las uvas (son todos monovarietales) y finalmente el perfil de vino resultante. Ajenas a lineales de grandes superficies, las opciones que hoy traemos a THE OBJECTIVE tienen en común un precio que supera los 20 euros (incluso algunos duplican esa cifra), con lo que no son etiquetas de diario, pero sí para ocasiones reseñables.
Cinco vinos tintos
Las Mercedes 2019
Situada en la localidad valenciana de Villargordo del Cabriel, al amparo de la denominación de origen Utiel-Requena y en pleno parque de Las Hoces del Cabriel, Bodega Las Mercedes es un proyecto de reciente aparición, pues solo lleva cinco añadas en el mercado. Aunque la casa data de 1896 y su cava de bastantes años atrás, ahora perfectamente restaurada. Pero lo importante son sus viñedos de bobal, de casi ochenta años, y los 850-890 metros en los que se localizan, sobre suelos principalmente calizos. Es de aquí de donde sale uno de sus vinos, Las Mercedes 2019 (25 euros), del que producen 8.350 botellas con una crianza en barrica de roble francés de 17 meses, aunque varía en función de la añada. Lleva la firma del reconocido enólogo Pepe Hidalgo y resulta fresco (fruta roja), jugoso, balsámico (notas de monte bajo), fino, equilibrado, redondo, elegante, amable y bastante largo. ¡Qué más se le puede pedir!
El Cepón 2020
Por su parte, Finca Losada es una de las firmas de referencia en el Bierzo, y Altos de Losada El Cepón 2020 (39 euros) uno de sus vinos de paraje del que sale una producción limitadísima de 2.600 botellas. Elaborado con la tradicional mencía berciana, de viñas de cincuenta años, recibe el nombre de ese paraje del que procede, El Cepón, sobre suelos de arcilla (favorece la retención de agua y nutrientes) y arena (facilita la maduración). Es uno de los vinos top de la casa, y tiene una crianza de 15 meses pero la mitad del vino la realiza en huevos de hormigón y la otra mitad en barricas francesas de 500 litros. Expresivo y fragante en la nariz, con aromas de frutos del bosque, balsámicos, especiados y minerales. Bien constituido, sabroso, equilibrado, con un paso aromático y un final de buena longitud. Se crece en la botella.
Pirene 2020
El siguiente es otra ‘rareza’ de Familia Torres, y ya solo por eso resulta interesante. Se trata de Pirene 2020 (45 euros), en su caso un estreno de producción limitadísima, tan solo 1.241 botellas, y el cuarto de los vinos experimentales de su proyecto de recuperación de variedades prefiloxéricas enfocado a adaptarse al cambio climático (en concreto a las altas temperaturas y a la sequía). Estos trabajos los inició la bodega familiar hace casi cuarenta años con la idea de preservar el patrimonio vitícola de Cataluña.
Pirene es el nombre de la uva con la que lo han hecho (una de las muchas variedades desconocidas catalanas y localizada en el Prepirineo, a unos 950 metros de altitud sobre suelos calcáreos) y que es una variedad ancestral, recuperada. En cuanto al proceso de elaboración, la mitad del vino hace la fermentación maloláctica en bota y luego ha tenido una crianza de cuatro meses en roble francés y en acero inoxidable. Un vino que sorprende, elegante, intenso y con unos aromas con notas de fruta roja junto a especias y recuerdos minerales. En la boca es fresco, frutal, jugoso y fino en el paso.
La Garnacha Perdida del Pirineo 2019
Entre las muchas garnachas que se elaboran en el país, de las que en algún momento nos ocuparemos en exclusiva, uno de los vinos que el grupo Vintae incluye en su ‘Proyecto Garnachas’. Se trata de La Garnacha Perdida del Pirineo 2019 (20,50 euros) de un viñedo ecológico ubicado en el municipio zaragozano Uncastillo, a 800 metros de altitud y plantado hace 23 años en suelo arcillo calcáreo, rodeado de bosque. Tiene una crianza de un año en barricas de roble francés, la mitad de ellas nuevas, y el resultado es un vino con intensidad aromática, notas florales, de frutas negras, especias y monte bajo. Fresco, untuoso, con equilibrio y buen recorrido en la boca.
Corimbo 2018
Y entre los diversos representantes que tiene la uva tempranillo de la Ribera del Duero, Corimbo 2018 (22 euros), de Bodegas La Horra. Un monovarietal procedente de tierras burgalesas, de viñas trabajadas en ecológico con una media de 25 años de edad, y una crianza de 14 meses en roble francés. Un vino de gran expresividad, con claras notas de frutas rojas, hierbas aromáticas, toque florales, recuerdos minerales y cremosos procedentes de su contacto con la barrica. En la boca tiene volumen, una frescura intensa, con gran peso frutal y un largo final. Una elaboración que mantiene la regularidad añada tras añada.
Los vinos seleccionados responden, exclusivamente, a un criterio profesional.