Grandes acciones solidarias con importante participación del sector del vino
Ya sea haciendo elaboraciones especiales o activando iniciativas de diversa índole para recaudar fondos, una maravillosa muestra de la solidaridad que demuestra el vino español
El sector del vino ha demostrado hace tiempo su solidaridad con causas de muy diversa índole, y durante los peores momentos de la pandemia lo volvió a demostrar contribuyendo, dentro de las posibilidades de cada uno, con la aportación de material necesario, elaborando hidrogeles e incluso sacando ediciones limitadas de vinos para recaudar fondos. Pero no se limitan a acciones puntuales sino que, a lo largo de los años, son destacadas las bodegas españolas que vienen incentivando, promoviendo y participando en acciones solidarias de muy diversa índole, dentro y fuera de nuestras fronteras. Sin dejar de referir, porque también es importante, esas elaboraciones especiales que otras tantas firmas sacan cada año con la única finalidad de recaudar fondos para diferentes causas sociales.
Cada año la firma riojana La Rioja Alta S.A. destina una parte de sus beneficios a planes de cooperación en distintos países del mundo. Este año, Burkina Faso, Haití y Chad son los destinos entre los que se repartirán, en esta ocasión, 160.000 € para cinco proyectos agrícolas nuevos. Se trata del programa filantrópico ‘Viña Ardanza Solidario’, impulsado desde 2007 en la casa bodeguera con el objetivo de financiar proyectos agrícolas de cooperación en países en vías de desarrollo.
Con esta nueva aportación, desde que pusieron en marcha esta iniciativa están cerca de los 2 millones de euros para contribuir a la cofinanciación de este tipo de proyectos, una cantidad que procede del 1% de los beneficios netos anuales del grupo, con un mínimo garantizado cada año de 100.000€, a los que se suman las aportaciones a título individual de consejeros, accionistas y empleados de la bodega.
Este año, tras el estudio de las más de veinte candidaturas presentadas a la convocatoria, el Comité de Asignación se ha decantado por tres propuestas en Burkina Faso, una en Haití y otra en Chad, impulsadas por las ONG españolas Fundación Religiosos para la Salud, Asociación Proyde, Fundación Oxfam Intermón, Nazioarteko Elkartasuna-Solidaridad Internacional y ACNUR Navarra. Todas iniciativas en países con un muy elevado nivel de pobreza y que trabajarán en la mejora de los medios de vida de las comunidades locales.
A la hora de decidir los proyectos elegidos, desde ese Comité de Asignación valoran que las propuestas incluyan, aunque sea a largo plazo, formación, cultivo, almacenamiento procesamiento y comercialización. «Valoramos mucho el emprendimiento para crear microempresas o asociaciones que permitan sentar unas bases sólidas a futuro», explica la consejera Maite de Aranzábal, directora de dicho Comité.
Hace no muchos meses salía al mercado Maktub Reserva 2017, un vino benéfico fruto de la colaboración de la histórica bodega Marqués de Riscal con el cineasta y filántropo Paco Arango cuya recaudación va destinada, en su totalidad, a la Fundación Aladina dedicada a ayudar a niños y adolescentes con cáncer y que dirige el mismo Arango. Se trata de un tinto reserva, elaborado con tempranillo y graciano, que ha tenido 26 meses de crianza de roble americano, y que se puede adquirir a través de la página web en un estuche de dos botellas (50 €) o en una caja de seis (141 €).
Contar también que el nombre del vino, algo difícil de recordar, responde al del centro de trasplante de médula ósea del madrileño Hospital del Niño Jesús, fruto también de una potente iniciativa solidaria pues se pudo construir gracias a la recaudación de la película –con ese mismo nombre– escrita y dirigida por Paco Arango.
Desde el Somontano, los meses de septiembre Bodegas Enate saca una nueva edición de sus vinos solidarios, pues hace tres vinos distintos destinados a colaborar con la Asociación ATADES, Valentia Social y Rotary Club International. Para los primeros, la Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual elaboran el ‘Vino de la Amistad’ desde el años 2012, para lo que cuentan también con la colaboración desinteresada de la pintora aragonesa Eva Armisen, quien cede los derechos de una de sus obras para la etiqueta.
Los beneficios que se obtienen con la venta son para los proyectos del Centro Especial de Empleo Gardeniers de ATADES, cuyo objetivo es la inclusión y atención a esas personas con discapacidad intelectual. El que sale como el ‘Vino Amigo es para la plataforma de voluntarios Valentía Social y sus distintos programas de apoyo también para los colectivos con ese tipo de discapacidad. En este caso, la etiqueta es obra de uno de los integrantes del Taller de Arte de Valentía y cuyo original se puede ver en la sala de arte de la bodega oscense.
Para la elaboración de ambos vinos, invitan a personas de dichas asociaciones a la bodega para que pasen un día con ellos y participen de la vendimia. Por último, Enate etiqueta cada año un vino para el Rotary Club de Huesca con fines solidarios. El vigente es un Enate Reserva Selección Rotary 2017 cuya recaudación va destinada a luchar contra la polio en el vino.
Otro buen ejemplo de vino elaborado con un fin solidario es de la casa jumillana Carchelo, cuyo tinto Autista Vino de Autor es una elaboración cuyos beneficios se destinan íntegramente a la Confederación de Autismo de España para colaborar con las distintas iniciativas que llevan a cabo en pro de la inclusión de estas personas.
Por su parte, otra emblemática vecina de Rioja, Muga ha entregado hace unas pocas semanas la donación de su proyecto “Vino por Investigación” a la Fundación CRIS Contra el Cáncer. Lo ha hecho en el marco de “El Club de los 300”, la iniciativa social puesta en marcha por Bodegas Muga y que en esta ocasión ha sido un cheque por valor de 75.000 euros para desarrollar el proyecto de lucha contra el cáncer cerebral infantil -Meduloblastoma-, el tumor cerebral maligno más común en niños.
La presidenta de la Fundación CRIS, Lola Manterola, declaraba que esta entidad «está trabajando, desde hace 12 años y con un compromiso adquirido a largo plazo, gracias a la contribución de la sociedad civil, para alcanzar el objetivo cáncer cero de CRIS contra el cáncer, impulsando proyectos de investigación traslacional que están en la frontera del conocimiento, dotando de recursos a los mejores investigadores en la búsqueda de los tratamientos que consigan curar el cáncer».
El Club de los 300 comenzó su andadura hace 11 años y ha logrado poner en marcha seis proyectos solidarios gracias al apoyo de 300 directivos, proveedores y colaboradores de la bodega. Para cada una de estas acciones la bodega hace un vino especial y cada socio adquiere una caja de 6 botellas, con una presentación personalizada, destinando la totalidad de los ingresos al fin benéfico de cada proyecto.
Cinco importantes iniciativas solidarias, de mayor o menor envergadura, pero las cinco acciones valiosísimas por el fin con la que nacen. Y eso sí una estupenda representación de la solidaridad e implicación social –a todos los niveles– que muestran las bodegas de nuestro país.