Cinco blancos de godello, albariño y treixadura (sus principales) para disfrutar de momentos
Desde tierras leonesas y territorios galaicos, vinos especiales por procedencia y elaboración
El primer apunte que hay que hacer es que no se trata de vinos de esos que uno tiene a mano para abrir en cualquier momento, principalmente porque no se encuentran en cualquier sitio ni tampoco sus precios son para ‘uso’ diario. Añadido a esto se suma que son elaboraciones de las que no se hacen botellas en exceso pues proceden de fincas y viñedos concretos, definidos por la calidad de sus cepas, con producciones limitadas en lo que a cantidad de uva se refiere y por eso también con limitación en cuanto a unidades disponibles. Cinco vinos que transmiten territorio, y por eso elegidos y merecedores de darse a conocer, procedentes de la la denominación leonesa Bierzo y de tres de las gallegas donde los vinos blancos son seña de identidad. Razones en resumen que hacen que las referencias que conforman este quinteto sean recomendables para acompañar ocasiones, reuniones o encuentros especiales porque son botellas para disfrutar compartidas y con calma.
Regueirón Éntoma 2022 (35,90 €)
Dentro de la denominación Valdeorras, es el godello ‘mayor‘ que hacen en Virgen del Galir, la bodega que la famosa firma riojana CVNE tiene en esta zona gallega. Su nombre refiere el origen: Regueirón es la parcela en la que está el viñedo y Éntoma la parroquia en la que se localiza, perteneciente al municipio de El Barco de Valdeorras (Orense). En cuanto a las uvas están situadas en bancales, sobre suelos de pizarra, y fermentan en depósitos pequeños de roble y hormigón. El vino tuvo después una crianza de once meses entre barricas y fudres. Resulta un blanco intenso y fresco, con destacada presencia de aromas florales, de fruta blanca, hierbas aromáticas y recuerdos minerales. Con estructura, viva frescura y largo final.
Valdepiñeiro 2022 (24 €)
Lo elabora una de las firmas bercianas con más reconocimientos, Casar de Burbia, cuya historia en el territorio comenzaba en el año 89, momento en que echaba a andar también la denominación de origen Bierzo. Es un vino de paraje, cuyo nombre lleva en la etiqueta, certificado como ecológico y hecho con uvas de godello del pueblo leonés de Valtuille de Arriba, de entre 50 y 80 años, a más de 800 metros sobre suelos con concentración mineral. El mosto comenzó macerándose con las pieles, y luego la fermentación comienza en acero inoxidable, continua en roble francés y regresa al acero, en todo momento con sus lías. Después completó su crianza hasta los doce meses en fudres de madera. Un godello aromático, con notas de fruta de hueso fresca, cítrica (naranja), junto a recuerdos de hierbas aromáticas y toque mineral. La boca es untuosa, carnosa, con frescura y paso sápido y persistente.
O Gran Meín Castes Brancas 2021 (31 €)
Ubicado en el municipio orensano de Leiro, el proyecto Viña Meín – Emilio Rojo nace en 2019 tras la adquisición de ambas casas por parte de Alma Carraovejas. Dos firmas de referencia en Ribeiro, unidas ahora bajo el paraguas de este imparable grupo vallisoletano (casa matriz, Pago de Carraovejas). El objetivo, centrar el foco en la singularidad de este territorio definido por el minifundismo. Y éste Gran Meín es uno de los ‘grandes’ de la casa, mezcla de 7 variedades autóctonas del valle de Avia entre las que manda el 80% de treixadura que completan con torrontés, albariño, godello,loureira, caíño blanco y lado. Cada variedad y parcela se elaboran por separado y el ensamblaje tiene lugar tras un año de crianza en acero inoxidable, hormigón, roble y damajuana. El resultado es un Ribeiro de prestigio al reunir las parcelas más especiales de ese valle de Avia, de influencia atlántica y trabajadas en ecológico. Nariz intensa con presencia de fruta de hueso, notas cítricas, sensaciones herbáceas y tostadas en un primer momento. Sigue con un boca amplia en la que se impone el nervio y la acidez. Largo en el recorrido y vino que seguirá creciendo en la botella.
Lindeiros Albariño 2021 (50 €)
Es el estreno top de la firma gallega Lagar de Fornelos (Grupo Rioja Alta) al amparo de la denominación Rías Baixas. Un monovarietal de albariño del que salen tan sólo 3.800 botellas y que estará a la venta en un par de semanas, si bien con tan limitada producción igual de ‘contadas’ son las botellas disponibles para restaurantes gastronómicos y particulares. Procedente de una finca situada en Cambados (Pontevedra), con viñas de casi 40 años, para su crianza, durante un año con lías, han combinado huevos de hormigón, bocoyes (650 litros) de roble francés y depósitos de acero inoxidable, en éstos el 50% del líquido. Fue justo antes de su embotellado que se hizo la mezcla de los tres recipientes. Un vino con amplitud que muestra notas de fruta carnosa, blanca, hierbas aromáticas y cítricos. Boca jugosa, con equilibrada acidez (pomelo) y persistente sensción sápida. Es cierto que este blanco resulta todavía ‘joven’ lo que le augura larga vida. Ah, como curiosidad explicar que el nombre refiere la linde de cepas de albariño que tradicionalmente en Galicia emplean para separar dos fincas.
O Luar do Sil Vides de Córgomo 2022 (40 €)
Este segundo godello procede de la bodega O Luar do Sil, también bajo DO Valdeorras en el pueblo orensano de Seadur. Su origen son viñas viejas en pequeñas parcelas a 350 metros sobre el río Sil, plantadas en laderas de pizarras, y ha tenido una crianza de 8 meses con sus lías en acero, huevo de hormigón, fudre y barricas de acacia de 500 litros, depósitos en los que previamente ha fermentado. Un vino delicado y expresivo, con aromas florales, balsámicos, de orejones, notas minerales y recuerdos de pastelería. La boca es potente, vibrante, con recuerdos tostados y larga persistencia. Añadir que O Luar do Sil es el proyecto gallego de la familia Rodero Villa, propietarios de la ribereña Pago de los Capellanes.
LOS VINOS SELECCIONADOS NO RESPONDEN A INTERÉS COMERCIAL ALGUNO SINO A UN CRITERIO PROFESIONAL Y DE CALIDAD