Esta es la mejor receta casera de las albóndigas con tomate
Es indispensable freír las albóndigas antes de incorporarlas a la salsa para que queden más crujientes y sabrosas
Albóndigas con tomate. | Chupa Dedos Unsplash
Las albóndigas con tomate son un clásico de la cocina casera. Esta receta, que combina la carne de ternera y de cerdo para la carne, lo que hace que las albóndigas sean todavía más sabrosas. Son ideales para cualquier ocasión, ya sea una comida entre semana o una celebración especial.
Las albóndigas con tomate son un guiso que nunca pasa de moda. Con esta receta casera, podrás disfrutar de unas albóndigas jugosas y llenas de sabor, acompañadas de una salsa de tomate casera rica y natural. Para que el plato sea aún mas completo te recomendamos: hacer un arroz blanco, estilo Pilar, rehogado o unas patatas fritas en cuadritos.
Albóndigas con tomate
1. Ingredientes
Para las albóndigas necesitarás contar con los siguientes ingredientes: 400 gramos de carne picada mixta (50% de ternera y cerdo), dos huevos, dos diente de ajo picado, una rebanada de pan mojada en leche, perejil fresco picado, sal, pimienta al gusto, harina y aceite de oliva.
Como la salsa de tomate vamos a elaborarla nosotros mismos en casa, te harán falta las siguientes materias primas: 500 gramos de tomate natural triturado, una cebolla grande picada, dos dientes de ajo picados, una hoja de laurel, una pizca de azúcar para corregir la acidez del tomate, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto.
2. Método de elaboración
1. Las albóndigas
En primer lugar nos dedicaremos a dar forma a nuestras albóndigas. Para ello, en un recipiente grande, hay que mezclar la carne picada de cerdo y ternera. Utilizar dos tipos de carne distintos es indispensable para que las albóndigas, (tengan más sabor por el empleo de la carne de ternera, y que estén más jugosas debido a la grasa que tiene la carne de cerdo), hecho que ayuda a mantener una textura más tierna en la carne de nuestras albóndigas.
Después añadimos al recipiente, los huevos, el ajo picado, el perejil fresco picado, la sal y la pimienta, la rebanada de pan previamente remojada en leche, (el pan le dará esponjosidad a las albóndigas y ayudará a ligar todos los ingredientes). Hay que mezclar todos los ingredientes con las manos para que todo quede bien integrado. Y damos forma a las albóndigas.
Una vez formadas las albóndigas es indispensable pasarlas por harina. La harina se utiliza con el fin de que la carne no se pegue a la sartén al freírlas. Además, así quedarán más crujientes. Para freír las albondigas es necesario poner aceite de oliva a calentar en una sartén y freírlas en varias tandas. Es importante que no queden del todo hechas, ya que el punto final se lo dará la cocción junto a la salsa.
2. La salsa de tomate
Para preparar la salsa de tomate, en una cacerola sofreímos unos dientes de ajo y la cebolla picada hasta que estén dorados. A continuación, abre una lata de tomate de pera y agrégala a la cacerola con la hoja de laurel y cocina todo hasta que esté bien caliente. Es importante que añadas una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez natural del tomate. Por último, salpimienta la salsa y deja que cueza durante 15 ó 20 minutos. Mientras cuece, es necesario remover para que el tomate espese.
Una vez que la salsa de tomate esté lista y tenga la textura idónea, incorpora las albóndigas doradas a la cazuela con la salsa. Y cuece a fuego lento durante otros 10 ó 15 minutos, o hasta que las albóndigas estén completamente cocidas por dentro. Este tiempo también permitirá que las albóndigas absorban parte de la salsa, lo que les dará un sabor más intenso y delicioso.
Recomendaciones
Aunque se puede utilizar tomate en conserva, si tienes tiempo y tomates maduros a mano, preparar la salsa con tomates frescos, de aportará mayor sabor al plato. Si te gustan los sabores fuertes, puedes añadir una pizca de comino o pimentón dulce a la mezcla de la carne.
