Seis tintos que no pueden faltar entre los grandes de la Ribera del Duero 

No son los riberas más habituales ni tampoco los archiconocidos de precio por encima de cien euros… y mucho más en algunos casos. En esta ocasión quedan por debajao de esa barrera de la centena, y tampoco está mal. A partir de esta premisa, los de esta selección de vinos se cuentan sin dudarlo entre los grandes de la Ribera del Duero aunque no todos sean de sobra conocidos o populares. En cualquier caso, riberas para ampliar el espectro y tener en cuenta si nos planteamos sorprender o descubrir en una mesa, porque tampoco son botellas habituales aunque lleven la firma de bodegas afamadas. Entre otras razones porque su producción no es excesiva y su precio elevado (aunque sea por debajo de 100 €). Ambas cosas justificadas por la localización de los viñedos, la selección de uvas o su especial elaboración, entre otros argumentos. 

En común tienen que los seis proceden de proyectos familiares y que son tintos que están en la gama alta de la denominación castellana, los cuatro primeros de procedencia burgalesa. Vinos con mayúsculas por su estructura, elegancia y larga capacidad de guarda, porque si bien están para ser disfrutados en este momento también son elaboraciones que con el paso de los años seguirán dando satisfacciones porque van a ir creciendo y ganando en la botella.  

Carmelo Rodero TSM 2021 (65 €)

De la firma familiar Bodegas Carmelo Rodero, con sede en Pedrosa de Duero (Burgos), este TSM debe su nombre a las tres variedades que lo componen: tempranillo, cabernet sauvignon y merlot, si bien la tinta española representa en torno al 75% de la mezcla. Las tres con más de cuarenta años se encuentran a una altitud por encima de los 840 metros sobre suelos arcillo calcáreos. A partir de una  agricultura “lo más tradicional posible”, como explica Beatriz Rodero, directora técnica de la bodega, y la mínima intervención durante la elaboración, el vino tuvo una crianza de 17 meses en barrica nueva francesa antes de pasar al botellero. El resultado es un tinto equilibrado con agradables aromas de golosina, fruta madura, especias y recuerdos balsámicos. Es carnoso en la boca, untuoso, con una fresca acidez que mantiene hasta el final junto a la amabilidad (frutas maduras) que le ha conferido el contacto con la madera. Larga persistencia. 

Regina Vides 2021 (88 €)

Bodegas Hermanos Sastre, aunque popularmente se conoce como Viña Sastre, es una de las que tiene más predicamento en el territorio, una casa de larga tradición familiar en La Horra, viticultores en origen, y sin duda de las más relevantes en Ribera del Duero. La suya es una filosofía de respeto absoluto a la tierra para lo que practican un cultivo tradicional por eso ajeno al al empleo de abonos y productos químicos. Y Regina Vides es su “segundo” gran vino (el top de gama es Pesus), del que elaboran unas 6.000 botellas. Es un monovarietal de uvas de tempranillo con unos 90 años procedentes del pago Las Tenadas, por encima de los 810 metros de altitud sobre el nivel del mar y suelos arcilloso calcáreos. Después de hacer la fermentación (maloláctica en barricas), pasa 18 meses en barricas francesas nuevas. Un tinto complejo, con gran estructura, potente, sabroso y muy persistente en el paso. En nariz salen notas de fruta negra madura, tostados (café), aromas epeciados, de montebajo y un toque mineral. Luego, la boca es corpulenta, con buena frescura frutal y unos vivos taninos que le aseguran una muy larga vida por delante.  

Cruz del Pendón 2020  (78 €)

Dominio de Cair es la bodega que la familia riojana Luis Cañas inauguraba hace 16 años en la ribera burgalesa, en concreto en La Aguilera, municipio entre los más prestigiados de la zona por la calidad de sus viñedos. Y es de viñas muy antiguas (plantadas en los años 40) de las que procede este Cruz del Pendón. Un tempranillo seleccionado de cuatro parcelas del Pago de Santa Cruz por encima de los 850 metros y con rendimientos bbajísimos (unos 1.800 kilos por hectárea), por lo que no disponen de más de 6.000 botellas en cada añada. Las uvas que fermentan en depósito de hormigón y después tienen una crianza de 18 meses en barricas francesas de distintos volúmenes. Al final un vino elegante, profundo, intenso en aromas, con notas de frutas del bosque, florales, balsámicos, especiados y minerales. Amplio en la boca, con gran frescura, pulido tanino y larga persistencia frutal. Y otra elaboración (y añada) que irá creciendo y sorprendiendo con el paso del tiempo en la botella. 

Dominio de Calogia 2021 (desde 77 €)

Es uno de los vinos top que el reconocidísimo enólogo José Manuel Pérez Ovejas está elaborando en su bodega, Dominio de Calogia, en el pueblo de Roa. Porque por encima de éste se sitúa el “Cuvée S”. Dos tintos de altura a los que hace no demasiado tiempo ha incorporado “Dominio de Calogía Doble M”, una tercera elaboración a un precio más asequible para quien quiera acercarse a conocer su proyecto personal. Porque en cualquiera de ellos queda patente el gran conocimiento y manejo de la tempranillo y este territorio que tiene José Manuel, un profesional de larga trayectoria y prestigio indiscutible. De vuelta al tinto que nos ocupa, procede de las viñas viejas propias que rodean la bodega y han tenido una crianza de un año en roble francés. Resulta un vino intenso y profundo en aromas con notas de frutas negras, frutillos silvestres, café, especias, hoja de tabaco, aromas balsámicos, de regaliz, infusiones. En la boca es potente, estructurado, carnoso, muy fresco, sabroso y larguísimo en el paso. En definitiva, unos descriptores que le aseguran gran potencial de guarda. De hecho todavía se puede encontrar la añada anterior y en un momento estupendo por esa vitalidad que lo caracteriza y favorece que vaya ganando en su reposo. 

El Anejón 2020 (88 €)

Con este tinto de Pago de Carraovejas nos trasladamos a la ribera vallisoletana, en su caso a Peñafiel. Un vino cuyo nombre responde a la parcela de la que procede, un anfiteatro natural frente al Castillo de Peñafiel con viñedos en terrazas sobre suelos franco-calizos y donde conviven uvas de tempranillo, cabernet sauvignon y merlot. Las tres variedades que están presentes en esta elaboración si bien la tinto fino (tempranillo) representa el 93% del coupage. Se vinifican las tres variedades por separado, fermentan en tinas de roble francés y luego permanecen en barricas de 600 litros nunca más de un año, tiempo que varía en función de la cosecha. Es al final cuando se hace la mezcla de variedades. Un vino expresivo, potente, largo, con vida por delante. Hay notas de fruta negra madura, grano de café, especias, monte bajo, fondo balsámico y recuerdo mineral. Jugoso en la boca, fresco, musculoso, con noble tanino y persistencia frutal. 

Alión 2020 (89 €)

Y para terminar otro de los referentes sin peros en la Ribera del Duero de Bodegas Alión 

la hermana pequeña de Vega Sicilia, ¡por decirlo de alguna manera!, si bien sus vinos están incuestionablemente situados entre los más grandes de esta ribera vallisoletana. Alión es fruto de una selección de cepas de tinto fino, con una media de edad de 40 años, repartidas por diversos municipios de la denominación y plantadas a una altura de 750 metros sobre suelos de arcilla calcárea y cantos rodados.  Luego, tuvo una crianza en barricas de roble y depósito de cemento, estos en pro de ganar frescura. Un tinto elegante, delicado, complejo. Expresivo, fragante, con notas de frutas rojas, frutillos del bosque, especias dulces, aromas balsámicos y toque mineral. En boca es opulento, carnoso, untuoso, con reseñable carga frutal, viveza, con un paso largo y persistente. 

LOS VINOS SELECCIONADOS RESPONDEN EXCLUSIVAMENTE A UN CRITERIO PROFESIONAL Y DE CALIDAD.