Alicante, última (o primera) escapada del año a la capital española de la gastronomía de 2025
Una nueva excusa para volver a disfrutar de la ciudad alicantina el año que nos queda por delante
Se anunciaba su elección a finales del pasado noviembre. Alicante será la Capital Española de la Gastronomía durante 2025, tomando el relevo de Oviedo e imponiéndose sobre la otra finalista, la ciudad malagueña de Antequera. En su candidatura, la propia ciudad se definía como la capital ‘de los mil arroces’ dada la cantidad de maneras en que los preparan, pero además ponía el foco en sus mercados gastronómicos, en el producto de cercanía de que disponen y en la oferta de restauración que se congrega en la capital.
En concreto, Alicante reúne 1.700 establecimientos, entre los que hay estrellas Michelin y otros tantos reconocidos con los soles Repsol. Aunque son muchos más los demás, esos que no se cuentan en guías, pero que también tienen enorme interés y razón por lo que los traemos a esta escapada navideña.
Porque es esta la intención en nuestra última entrega gastro del año, una pequeña escapadita alicantina con temática gastronómica para estos días de asueto. Idea para despedir 2024 con un plan gastro a pie de mar, o como arranque de 2025, que tampoco es mala opción. El escenario, playa incluida, y el clima son motivos de peso, pero además se suma un extenso repertorio culinario para saborear. Abundan los locales para ir de ruta, ya sean bares, tabernas, mercados o restaurantes, con el añadido del buen ambiente que favorece un lugar en el que el buen tiempo es seña de identidad.
Esgrimidas las razones, pintamos una propuesta para visitar algunos de sus restaurantes, recorrer los mercados y tapear en algunas de sus mejores barras.
De ruta por los mercados
Los cuatro mercados de abastos que tiene Alicante han ido ampliando su oferta hostelera con la apertura de bares y restaurantes, haciendo de su visita un plan gastro. La ruta la componen el mercado Carolinas, Benalúa, Babel y el Central, espacios en los que aparte de hacer la compra habitual, van incorporando establecimientos en los que se puede comer el producto fresco que venden en los puestos vecinos del mercado. De los cuatro, el Mercado Central (Av. Alfonso El Sabio, 10) es el histórico, de inspiración modernista, construido entre 1911 y 1912, y donde la oferta de restauración es mayor. Destacan Aitana’s Corner Bar, donde se pueden tomar ostras, las que ellos venden o las que el cliente pueda llevar; El Palé, para probar sus ahumados artesanales, o Barra Central, con los embutidos, quesos y el torrezno como reclamos principales.
A la mesa o desde la barra
Paseados los mercados, pero junto al mercado central, en el centro de la capital, abre sus puertas Open (Esq C/ Manuel Antón y Pintor Velázquez), una ubicación que permite imaginar que en la base de su cocina está el producto fresco y de temporada. Un espacio abierto con lo que el cliente puede participar en directo de lo que acontece en los fogones, sobre todo si se sienta en la barra.
Luego, cerca de la plaza del Ayuntamiento se localiza la propuesta tabernera de uno de los restaurantes gastronómicos más destacados de la ciudad, Nou Manolín (Villegas, 3). Entre los clásicos alicantinos, tiene una barra para picoteo y un pedazo de carta de vinos que supone un gustazo para cualquier aficionado. Del mismo grupo Gastronou y con similar filosofía es el Piripi (Av. Óscar Esplá, 30), no al lado pero merecedor de desplazamiento. Reconocido restaurante y barra de cocina levantina actualizada. Dos de los restaurantes gastronómicos indiscutibles de la ciudad, pero dos locales en los que son muy recomendables las barras, por eso muy demandadas y por lo que hay que estar espabilado para encontrar el hueco. A partir de ahí, disfrutar de pescados y mariscos de Santa Pola y Dénia está asegurado.
Está también La Taberna del Gourmet (San Fernando, 10), hermana de otro restaurante emblemático de la ciudad, Monastrell (estrella Michelin), con una propuesta mucho más desenfadada pero igual de exitosa. Es una barra alicantina, urbana, cuyo discurso se asienta en los productos locales y de temporada (verduras propias, embutidos, mariscos y pescados frescos, etc.) y los sabores tradicionales son el hilo conductor.
No hay que olvidarse de que Alicante es el lugar del arroz por antonomasia y a priori donde se deberían comer los mejores y más variados. En este sentido hay que apuntar que la marca de calidad ‘Alicante Ciudad del Arroz’ reconoce a 37 restaurantes por la manera en que tratan el producto. Se dice que sólo en la ciudad se pueden encontrar hasta noventa preparados distintos y el restaurante Dársena (Perfecto Palacio de la Fuente, Muelle de Poniente, 6) es una de las direcciones entre las destacadas y con vistas al puerto deportivo. Arroces melosos o secos, con verduras, productos del mar o de la montaña y variantes para las que trabajan con distintos tipos de arroz.
Como última pista por ubicación y propuesta resulta casi obligación pasar por La Ereta (Parque de La Ereta, s/n) con una panorámica inmejorable sobre la ciudad y el mar. Y es que se sitúa en la muralla del castillo de Santa Bárbara, con un mirador acristalado y una terraza exterior que hace las delicias de quien sube hasta allí. Con el cocinero Dani Frías al frente, la tradición mediterránea en la base de sus fogones a la que añade modernidad y aplicación de nuevas técnicas,. El lugar ideal al caer la tarde y sin duda como cierre a esta escapada. ¡Feliz Año Nuevo!
Los locales referidos no responden a interés comercial alguno sino a un criterio profesional y de calidad.
Los locales referidos no responden a interés comercial alguno sino a un criterio profesional y de calidad.