Paradas gastronómicas imprescindibles en el madrileño mercado de Vallehermoso
Seis barras y mini espacios muy recomendables en uno de los mercados más gastronómicos de la capital

Tripea, en el mercado de Vallehermoso.
Basta con ver la cantidad de gente que en ellas se reúne a diario y cualquier fin de semana. Porque los mercados se han convertido en punto de encuentro para los aficionados a la buena cocina, pero también por los que pasan cantidad de curiosos y turistas atraídos por lo que se dice y publica sobre estos coloridos espacios de la alimentación. Y el Mercado de Vallehermoso (C/ Vallehermoso, 36), en el castizo barrio de Chamberí, se alza como uno de los destinos favoritos de gastronómos y por supuesto de todo el que se considera un foodie, si no el que más.
Y es que comer o cenar en lo que durante mucho tiempo fueron los tradicionales mercados de abastos de la ciudad continúa siendo una práctica que no para de sumar adeptos. Inicialmente por la curiosidad que despierta pero a eso se suma un tono amable, un carácter informal, el buen ambiente que siempre encuentras y el hecho de poder cambiar de sitio en pocos minutos también le aporta atractivo.
Entre las paradas clásicas que son las fruterías carnicerías, panaderías o pescaderías del mercado, una suculenta oferta de espacios en las que se puede tomar una hamburguesa, picar un pincho de tortilla con un buen vino, disfrutar de la auténtica cocina china o pedirte una degustación de sushi. Hacer todo esto ya es posible en muchos de los mercados de abastos capitalinos y el de Vallehermoso es un buen ejemplo.
çAdemás, ante la dificultad en ocasiones de encontrar mesa el algunos restaurantes, la posibilidad de ir cambiando de puestos y eligiendo en función de la competencia que uno encuentre es una estupenda alternativa. En el caso de Vallehermoso, he aquí algunas de esas barras y ‘mini’ restaurantes recomendables…
Biáng Biáng Bar es de los más recientes vecinos abiertos en el mercado, especializado en la elaboración de tallarines extra largos y anchos, una pasta originaria de la región china de Xi y uno de los platos con mayor tradición en su gastronomía. Es tal su extensión que pueden llegar a los dos metros con lo que en cada bol hay un único tallarín. Los preparan cada día con harina, sal y agua, y es en el momento en que los estiran y golpean contra la mesa que hace el ruido que da nombre al local. Aparte de los tallarines, con opciones para todos los gustos, la carta, en constante movimiento, se completa con diversidad de platos chinos. La cocina es abierta con lo que se puede ver cómo preparan sus particulares noodles.
Kitchen 154 es un local que recuerda los bares de mercado de toda la vida pero en su caso donde también sirven cocina asiática. Una dirección para disfrutones del picante, donde trabajan con los productos que compran en el mismo mercado y preparan a la vista del cliente. Carta corta, precios ajustados, y puesto de peregrinaje y enorme ajetreo a la hora de la comida. Entre sus platos destacados, dumplings de butifarra, pollo con curry verde, costillas coreanas o el curry rojo de gambones.

Taberna Sacra es el lugar para disfrutar de una cocina gallega donde convive la tradición con alguna propuesta más innovadora. Abierta hace poco más de un año, en su carta de presentación adelanta que la suya es “una cocina inspirada en los usos y costumbres populares de interior, costas y diáspora de Galicia”. Buenas empanadas caseras o tortilla de Betanzos si es aficionado a la receta ‘poco hecha’.
Tripea es ya un clásico del mercado por los años que lleva abierto. Sin duda la dirección top de Vallehermoso, con el cocinero Roberto Martínez Foronda a la cabeza, y un repertorio entre culinaria peruana y la del sudeste asiático. Cuentan con un único menú degustación que varía constantemente definido por su exotismo pero en cuya base hay producto fresco del mercado. Otro espacio pequeño, con la cocina a la vista, en el que es recomendable reservar con tiempo porque la demanda es altísima. Por cierto, hace unos meses ha abierto Triperito en el Mercado de la Paz, otra pequeña dirección (sólo ocho comensales) y este entregado a la comida peruana con protagonismo destacado de los ceviches.

Craft 19 ha hecho del auténtico sándwich de pastrami su reclamo. Es la propuesta del neoyorquino Craig Kolleger donde además se disfruta de un buen recorrido por la cultura del bocadillo que hay en su país natal. Todas las elaboraciones son artesanales, con pan de masa madre y carne (marinada durante días y después cocinada a baja temperatura) que compra en los puestos vecinos. Otro de los locales asentados por el éxito obtenido desde su llegada.
Batch es la dirección para aficionados a los vinos naturales, fermentos y preparados en sintonía. Por oferta de los conceptos más innovadores llegados a Vallehermoso con dos jóvenes experimentados al frente, el fermentista Nacho García y el cocinero Daniel Vare. Su muy reducido espacio provoca que sean muchos los que quieren probar sus elaboraciones, una cocina de mercado sencilla y respetuosa con la estacionalidad. Un puesto para comprar, comer y beber.