Bizcocho marroquí del convento de Sevilla: una tradición que perdura en el tiempo
Se caracteriza por su ligereza y esponjosidad, resultado de una mezcla cuidadosa y una cocción precisa

Bizcocho marroquí del Convento de Sevilla. | (Canva)
En el corazón de Andalucía, concretamente en Écija, se prepara el bizcocho marroquí. A pesar de lo que su nombre pueda sugerir, este dulce no tiene origen en Marruecos, sino que debe su denominación al apellido de las hermanas Marroquí. Su receta ha sido celosamente guardada y transmitida por generaciones de monjas, convirtiéndose en un emblema de la tradición repostera sevillana.
Elaborado con ingredientes básicos, su preparación requiere de atención y cuidado para lograr una textura esponjosa y un sabor inconfundible. A continuación, se detalla cómo preparar este delicioso manjar en casa, así como su historia, beneficios nutricionales y sugerencias para acompañarlo.

Receta del bizcocho marroquí
Ingredientes
- cinco huevos
- 250 gramos de almidón de trigo
- 100 gramos de azúcar
- 10 mililitros de agua
- azúcar glas
Elaboración paso a paso
- Precalentar el horno.
- Batir los huevos con el azúcar.
- Incorporar el almidón de trigo.
- Hornear.
- Preparar el glaseado.
Cubrir el bizcocho con el glaseado
- Precalienta el horno a 180°C.
- A continuación, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y blanquecina.
- Después incorpora el almidón de trigo tamizado, mezclando suavemente para evitar que la masa pierda aire.
- Vierte la mezcla en un molde previamente engrasado y enharinado.
- Y hornea durante 30 minutos o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
- Mientras se enfría, prepara el glaseado mezclando el agua con el azúcar glas.
Origen del bizcocho marroquí
El bizcocho marroquí tiene sus raíces en el convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción de Écija. Fundado en 1599 por las hermanas Luisa, Catalina, Ana y Francisca Marroquí. La artífice de la receta es la marquesa de Valdetorres, Mónica Garnica y Córdoba, quien tomó hábito en el convento en 1752. Y ha sido preservada y transmitida por generaciones de monjas. Tras el cierre del convento en 2014, la elaboración del bizcocho fue retomada por las monjas dominicas del convento de Santa Florentina en Écija.
Nutrientes y beneficios para la salud
El bizcocho marroquí, elaborado con ingredientes sencillos y naturales, ofrece ciertos beneficios nutricionales. Sin embargo, debido a su contenido en azúcar, se recomienda consumirlo con moderación dentro de una dieta equilibrada. Algunos de los nutrientes que aporta son:
- Proteínas: los huevos aportan proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y construcción de tejidos.
- Carbohidratos: el almidón de trigo y el azúcar proporcionan energía rápida, ideal para comenzar el día con vitalidad.
- Bajo en grasas: al no contener mantequilla ni aceites añadidos, es una opción más ligera en comparación con otros dulces.
Con qué bebida acompañar este bizcocho
El bizcocho marroquí es versátil y puede acompañarse con diversas bebidas:
- Café o té: su sabor suave complementa perfectamente con una taza de café o té, ideal para desayunos o meriendas.
- Leche: para los más pequeños, una porción de bizcocho con un vaso de leche constituye una merienda nutritiva.
- Vino dulce: en ocasiones especiales, puede maridarse con un vino dulce andaluz, realzando su sabor tradicional.
La sencillez del bizcocho marroquí contrasta con el cariño con el que ha sido elaborado por generaciones de monjas. Prepararlo en casa no solo permite disfrutar de su delicioso sabor, sino también rendir homenaje a una tradición que forma parte del patrimonio cultural de Sevilla.