Flan de limón: el postre refrescante que triunfa entre mis amigos cuando vamos a la piscina
Esta receta del mítico postre tradicional pero sin horno es práctica, rápida y con un sabor intenso

Flan de limón, | (Canva)
En pleno verano, una tarde de piscina con amigos se convierte en un plan perfecto si añadimos un toque dulce y refrescante al final de la comida. El flan de limón es ese postre ideal que combina textura cremosa, aroma cítrico y una frescura que siempre agrada. Lo mejor, es muy sencillo de preparar, no necesita horno y puedes hacerlo en menos de media hora, dejándolo reposar mientras disfrutan de un buen chapuzón.
Este postre se ha convertido en fijo en mis quedadas junto a la piscina. La combinación de caramelo, nata semimontada y un punto ácido de limón funciona a la perfección, además de que permite hacerlo con antelación para que solo tengas que presentarlo cuando regresen del baño

Receta del flan de limón
Ingredientes
- 4 cucharadas de azúcar
- una cucharada de agua
- gotas de zumo de limón
- 200 mililitros de agua
- 100 mililitros zumo de limón
- 150 gramos de leche condensada
- dos sobres de gelatina de limón
- 500 mililitros de nata
- 40 gramos de azúcar glas
- una cucharadita de azúcar avainillado
Elaboración paso a paso
- Preparar el caramelo.
- Disolver la gelatina.
- Montar la nata.
- Unir todas las mezclas.
- Enfriar durante seis horas.
Esta es la receta detallada del flan de limón:
- Engrasa ligeramente el molde con un poco de aceite para facilitar el desmoldado.
- En un cazo, combina el azúcar, el agua y unas gotas de zumo de limón.
- Cocina a fuego medio sin remover hasta que adquiera un tono dorado. Rápidamente, vierte en el fondo del molde y distribuye bien.
- En otro cazo, calienta el agua junto con el zumo de limón. Cuando hierva, añade los sobres de gelatina y remueve bien hasta que se disuelva.
- Vierte esta mezcla en un bol, añade la leche condensada y mezcla hasta integrar. Deja templar un poco. Y bate la nata fría a velocidad baja.
- Cuando empiece a espumar, añade el azúcar glas y el azúcar vainillado. Continúa hasta obtener una nata semimontada (con cuerpo, pero no dura).
- Incorpora con suavidad la mezcla de limón y leche condensada a la nata semimontada, usando movimientos envolventes o batidora a baja velocidad.
- Vierte la crema sobre el caramelo en el molde. Y deja reposar en la nevera durante seis horas, idealmente de un día para otro.
Otros tipos de flanes
Aunque el flan de limón es perfecto para el calor, existen muchas más versiones que también triunfan:
- Flan de huevo tradicional: elaborado con huevos, leche, azúcar y caramelo, suele cocinarse al baño María en el horno. Es un clásico al que la nata y el queso le dan un sabor único.
- Flan frutal vegano: combinación de agar‑agar, tofu y frutas (como kiwi o naranja) que ofrece una versión ligera, sin gluten y apta para todos los públicos.
- Flan de naranja: similar al de limón pero con zumo de naranja y maicena, muy fresco y fácil, sin horno.
- Flan napolitano: típico en México, con queso crema y leche evaporada.
Bebidas con las que acompañar este postre
Te recomendamos acompañar el flan de una infusión fría de hierbabuena o té verde con limón es ligera, digestiva y refrescante, ideal tras una comida veraniega. También puedes usar un vino espumoso, ya que sus burbujas combinan de maravilla con la textura del flan y su toque cítrico. Si prefieres algo sin alcohol, una limonada casera con un punto de menta o jengibre aguanta muy bien el contraste.
En definitiva, si buscas un postre que combine frescor, sabor y sencillez, y que además deje tiempo libre para disfrutar con los tuyos, este flan de limón es tu mejor aliado. ¡Que no falte nunca en tus reuniones junto al agua!