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Gastronomía

Tres restaurantes donde disfrutar los sabores del norte de España este verano

La Coruña, Santander y Bilbao, ciudades atractivas durante el periodo estival con una oferta gastro incuestionable

Tres restaurantes donde disfrutar los sabores del norte de España este verano

Restaurante Cork, Bilbao.

En el norte son muchos los destinos de enorme tirón en época vacacional, ya se trate de algunas de las principales capitales como de la costa. Una situación que lleva parejo que también la oferta gastronómica gane atención y no deje de crecer con opciones de muy diversa índole. Son lugares en los que hay restaurantes bendecidos por el éxito desde tiempo atrás, pues eso de “en el norte se come fenomenal” ha funcionado siempre, pero hay otros que han ganado relevancia dentro y fuera por la mucha gente que los viene visitando. Los tres que proponemos tienen perfil diverso, se encuentran en La Coruña, Santander y Bilbao.

El gallego es Jaleo, abierto hace más de una década en la ciudad coruñesa; después revisitamos un referente santanderino y siempre recomendable, El Riojano, y para terminar hacemos una visita a la barra del bilbaíno Cork, pues es aquí donde discurre el espectáculo con una propuesta culinaria de lo más popular e informal. Los tres, sin dudarlo, un disfrute para aficionados a la cosa del comer rico en compañía de buenos vinos. 

Vinoteca Jaleo. Rúa Galera, 43. A Coruña

Abrió sus puertas hace más de una década en la capital gallega y ahora ya se cuenta entre los imprescindibles. Su cocina es honesta y de calidad, pero aparte se puede decir que es una de las mejores bodegas de la región dada la oferta que manejan y las atenciones que dedican al vino. 

Es el proyecto personal de la chef Ángeles Marzoa y Marco Antonio Tirado, en su caso al frente de la sala, quienes trabajaban juntos en La Estación de Cambre (referente coruñés que cerraría sus puertas cuatro años después, con una estrella Michelin) y desde donde salieron para poner en marcha este local. La cocina de Ángeles refleja la influencia de lo aprendido en casa, concretamente de su abuela, quien le enseño, a la que ella imprime dosis de creatividad sin que el producto pierda la identidad en ningún momento. Es por eso que en Jaleo los sabores tradicionales son reconocibles y su propuesta culinaria se puede disfrutar en barra o en el comedor; las opciones pasan por un tapeo o unas raciones para compartir, o por las apetecibles propuestas de la carta. Entre los imprescindibles hay que probar las croquetas, la ensaladilla, o el pulpo a la gallega… y sin duda sus exitosos langostinos crujientes, receta afamada que parece ya elaboraban en Cambre. 

Situado en una calle céntrica, esta dirección es reseñable por la calidad que ofrecen y que completan con unas 400 marcas de vino, entre etiquetas españolas y extranjeras (en una cava a la vista y de muy variados perfiles y procedencias). Y merece ser destacado el cuidado por los detalles (en la decoración, en la mesa y ante los clientes), algo que el consumidor siempre agradece. 

Bodega El Riojano. Río de la Pila, 5. Santander

Con más de ocho décadas de vida, El Riojano es uno de los referentes indiscutibles de Santander por su cocina tradicional (entre riojana y cántabra) y bodega de nivel. De estilo rústico y con muebles de antaño, es una bodega-museo espectacular con obras originales de grandes artistas sobre las tapas de grandes toneles como Barceló, Picasso o Quirós, es el motivo por el que se habla de un “museo redondo”.

A la entrada tienen una buena zona de barra para tomar una buena selección de vinos y pinchos de lo mismo que se toma a la mesa, con pimientos rellenos y estofado de rabo de buey entre sus especialidades pero también recomendables una tortilla guisada con salsa de callos o alguno de sus fritos como las rabas y las croquetas de jamón. Se encuentra en uno de los barrios más frecuentados durante los fines de semana y su estética recuerda a las ventas de vino de antes.

Comenzó siendo una bodega en la que primero se vendían vinos al por mayor y después sirviendo “chiquitos” y pimientos rellenos, y es de las más antiguas de la ciudad. En cuanto a comer se trata, sabrosas tentaciones culinarias definidas por una cocina tradicional en la que combinan la riojana (de donde provienen sus propietarios) y la cántabra. También preparan suculentos guisos cuando los meses son menos cálidos. 

Cork. Licenciado Poza, 45. Bilbao

En su caso se trata de un espacio para un plan más informal a base de buena selección de pinchos y raciones. Embutidos, foie, anchoas, quesos… o steak tartar, croquetas, chipirones en su tinta, callos a la bilbaina o changurro gratinado entre las elaboraciones que requieren cocina. Es una taberna recoleta en la calle clásica “de poteo”, como dicen por allí, pues junto a él hay otros para ir haciendo una ruta. Cork no lleva demasiado tiempo abierto, pero los amantes del vino lo han convertido en lugar ineludible por la variedad y cantidad de botellas que en esta barra se pueden abrir pensando en toda clase de consumidor y gustos. Es más ha conseguido que se les considere entre los mejores locales vinícolas del País Vasco por la amplísima selección de etiquetas de muy distinta procedencia con las que trabaja, confeccionando además una numerosa propuesta de vinos por copas que rota periódicamente y a precios bastante asequibles. 

Los locales referidos no responden a interés comercial alguno, sino exclusivamente a un griterio profesional y de calidad

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