Granizado de almendra: una de las bebidas más refrescantes de Bon viveur para este verano
Prepararlo en casa es una oportunidad para saborear el verano con autenticidad, cuidando tanto el paladar como el bienestar

Granizado de almendra | Canva pro
Cuando el calor aprieta y buscamos alternativas refrescantes más allá de los clásicos helados, el granizado de almendra se revela como una de las propuestas más deliciosas, naturales y reconfortantes del recetario estival. Típico de las Islas Baleares, especialmente de Mallorca, este granizado, conocido localmente como granissat d’ametlla, es una bebida tradicional que combina sabor, historia y beneficios nutricionales en cada cucharada helada.
Paso a paso: cómo prepararlo en casa
Su preparación es sencilla, aunque requiere cierta dedicación y mimo. El resultado, sin embargo, merece con creces la espera: un granizado casero, sin aditivos artificiales, con una textura cremosa y crujiente al mismo tiempo, ideal para los días de más calor. La clave de un buen granizado de almendra está en la calidad del ingrediente principal. Apostar por almendras crudas, sin piel y preferiblemente de origen nacional, marcará la diferencia. En esta receta, además, se tuesta una pequeña parte de las almendras para aportar un toque aromático y sutilmente tostado que eleva el perfil de sabor.

Granizado de almendra
Ingredientes
- 125 gramos de almendras sin piel
- 50 gramos de azúcar moreno
- 250 ml de agua
- 1 pizca de canela en polvo
- 1 puñado de hielo
Elaboración paso a paso
- Separa 25 g de las almendras y tuéstalas en una sartén sin aceite durante 3-4 minutos a fuego medio, removiendo para que no se quemen. Déjalas enfriar.
- En un cazo, añade los 100 g restantes de almendras crudas, el azúcar moreno, el agua y una pizca de canela. Lleva a ebullición y deja hervir 1 minuto para que los sabores se integren.
- Vierte el contenido del cazo junto con las almendras tostadas en el vaso de una batidora o trituradora potente. Tritura hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
- Pasa la mezcla a un recipiente amplio con tapa y colócala en el congelador durante unos 45 minutos.
- Pasado ese tiempo, rasca con un tenedor la superficie del granizado. Vuelve a meter al congelador y repite este proceso cada hora, hasta que obtengas la textura deseada (pueden ser necesarias 3 o 4 veces).
- Reparte el granizado en vasos individuales. Si lo deseas, añade algunos cubitos de hielo para prolongar su textura crujiente y mantenerlo frío durante más tiempo.
El granissat d’ametlla se sirve en numerosos bares y cafeterías de Mallorca, a menudo como acompañamiento del desayuno o como refresco a media tarde. Aunque su elaboración casera requiere algo de tiempo, preparar este granizado en casa permite controlar los ingredientes, adaptar el nivel de dulzor y redescubrir una receta de siempre que nunca pasa de moda.
Los beneficios del granizado de almendra
Más allá de su sabor y capacidad para combatir el calor, el granizado de almendra también aporta interesantes propiedades nutricionales. Las almendras, base de esta receta, son ricas en grasas saludables, proteínas, fibra, calcio, magnesio y vitamina E. Gracias a su contenido en antioxidantes, ayudan a combatir el estrés oxidativo y a mantener una piel más saludable, especialmente útil durante el verano, cuando la exposición al sol se intensifica. La combinación de agua y frutos secos convierte este granizado en una forma natural de hidratación, perfecta para quienes buscan opciones sin lácteos ni ingredientes artificiales. Además, el toque de canela no solo aporta sabor, sino que también ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y a mejorar la digestión.
Un aliado para refrescarse sin renunciar al sabor
Con apenas tres ingredientes principales, almendras, azúcar y agua, y una pizca de canela, este granizado se posiciona como una alternativa saludable, sencilla y cargada de tradición. Una de esas recetas que conectan con la memoria colectiva de la gastronomía mediterránea y que cada verano vuelve a ocupar su lugar protagonista en las mesas baleares.