Rosquillas caseras de la abuela: la mejor versión de Karlos Arguiñano en postres
Esta receta tradicional y sencilla se presta a ser adaptada y reinventada con un enfoque más saludable

Las rosquillas de Karlos Arguiñano. | Canva
Las rosquillas caseras de la abuela de Karlos Arguiñano son propuesta sencilla y con mucho sabor que hemos adaptado para que puedas disfrutarla en tu propia cocina.
El chef prepara un postre crujiente por fuera y esponjoso por dentro, con ingredientes básicos y una elaboración sencilla, ideal para compartir en el desayuno o merienda.

Rosquillas casera de la abuela de Karlos Arguiñano
Ingredientes
- 50 gramos de azúcar
- sal
- 20 mililitros aceite
- 16 gramos de levadura
- 1/2 cucharadita de semillas de anís
- 30 mililitros de licor de anís
- 1/2 limón (ralladura)
- una cucharadita de zumo de limón
- 175 gramos de harina
Elaboración paso a paso
- Mezclar los ingredientes húmedos.
- Incorporar la harina.
- Formar las rosquillas.
- Freír.
Dejar que el aceite caliente
Con estos sencillos pasos conseguirás unas rosquillas de rechupete:
- Primero, pon el un bol el huevo, el azúcar, la pizca de sal, el aceite, la levadura, las semillas de anís, el licor de anís, la ralladura y el zumo de limón.
- A continuación, mezcla bien todos los ingredientes hasta integrarlos completamente. Luego incorpora la harina hasta que obtengas una masa homogénea.
- Después, divide la masa en dos partes. Forma dos cilindros y córtalos en seis trozos cada uno. Estira los trozos formando cilindros más largos y une los extremos para darles forma de rosquilla.
- Para terminar, calienta abundante aceite en una sartén. Y fríe las rosquillas en tandas hasta que estén doradas por fuera y cocidas por dentro.
T
¿Qué beber para acompañar las rosquillas?
Contrastan bien con un café con leche o un café solo, ya que la acidez del café y la dulzura de la rosquilla es insuperable. También le va especialmente bien el té negro que armoniza sin recargar.
Para los más golosos, el chocolate caliente completa una experiencia de merienda extraordinaria. O un acompañamiento más original con frutas escarchas como rodajas de naranja, manzana o frutos rojos, que aportan un contraste fresco que equilibra la textura y dulzor de las rosquillas.
Cómo hacer las rosquillas más ligeras
Para disfrutar de esta delicia reduciendo calorías, aquí algunas ideas sencillas:
- En lugar de freír, hornéalas a 180°C sobre papel de horno durante 15 minutos, vuelta y vuelta hasta que estén doradas.
- Reduce el azúcar, el anís y limón aportan aroma y sensación de dulzor.
- Utiliza aceite en spray en vez de sumergirlas en aceite.
- Opta por harina integral o una mezcla mitad integral-mitad blanca para aumentar el contenido de fibra.
- Sustituye el licor de anís por esencia de anís, así mantienes el sabor sin añadir alcohol ni calorías extra.
- Decora con solo un poco de canela, evitando coberturas demasiado densas de azúcar.
Así que, ya sabes, ponte el delantal y deja que el aroma a anís y limón te transporte a tu infancia.