Nueva York quiere eliminar a 2.200 cisnes de la Gran Manzana porque, según aseguran las autoridades medioambientales, contaminan, son un peligro para otras especies y personas, y porque se han convertido en un problema para el tráfico aéreo.
Nueva York quiere eliminar a 2.200 cisnes de la Gran Manzana porque, según aseguran las autoridades medioambientales, contaminan, son un peligro para otras especies y personas, y porque se han convertido en un problema para el tráfico aéreo.
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