Multa récord para Google: 3.300 millones de euros
Tras seis años de negociaciones, parece ser que el gigante digital y la Comisión Europea no han podio llegar a un acuerdo, por lo que finalmente la UE tramitará esta sanción antes del verano. Según The Telegraph, se trata de una investigación que comenzó hace siete años y ahora finaliza con esta declaración de abuso de posición dominante por parte de Google. La Unión Europea alega que Google ha aprovechado su posición dominante para beneficiar a sus propios servicios –Google Shopping– y obstaculizar así la libre competencia de mercado. Aparentemente, la compañía ha favorecido a sus propios servicios de compra en los resultados de búsqueda perjudicando el crecimiento de empresas rivales. De esta forma se trataría de la multa más elevada que han impuesto las autoridades europeas, superando con creces la cantidad más alta que se había alcanzado hasta ahora: los 1.100 millones de euros que la Comisión mandó pagar a Intel en 2009 al considerar que había incurrido en prácticas anticompetitivas.
La Unión Europea podría hacer pagar a Google 3.300 millones de euros por abusar de su posición dominante en el mercado de búsqueda para promocionar otros de sus servicios y perjudicar así a la competencia. Se trata de la multa más elevada que han impuesto las autoridades europeas antimonopolio.
Tras seis años de negociaciones, parece ser que el gigante digital y la Comisión Europea no han podio llegar a un acuerdo, por lo que finalmente la UE tramitará esta sanción antes del verano. Según The Telegraph, se trata de una investigación que comenzó hace siete años y ahora finaliza con esta declaración de abuso de posición dominante por parte de Google. La Unión Europea alega que Google ha aprovechado su posición dominante para beneficiar a sus propios servicios –Google Shopping– y obstaculizar así la libre competencia de mercado. Aparentemente, la compañía ha favorecido a sus propios servicios de compra en los resultados de búsqueda perjudicando el crecimiento de empresas rivales.
De esta forma se trataría de la multa más elevada que han impuesto las autoridades europeas, superando con creces la cantidad más alta que se había alcanzado hasta ahora: los 1.100 millones de euros que la Comisión mandó pagar a Intel en 2009 al considerar que había incurrido en prácticas anticompetitivas.