Francia autoriza inseminar a una española con el semen de su marido muerto
El caso comenzó hace unos meses, cuando Nicola Turri, el esposo de Mariana, falleció con 30 años a causa de una leucemia el 9 de julio de 2015, a la 13.00. La muerte se produjo una hora antes de la cita que tenía su mujer para hacerse inseminar en París, donde residía entonces la pareja, con esperma criogenizado en 2013, es decir, antes de que Turri se sometiera a un tratamiento de quimioterapia que podía dejarle estéril. El proceso administrativo debía concluir con el consentimiento del padre ante notario, a las 17.00 de ese mismo día. Pero la muerte se adelantó. El marido de la española había dejado por escrito cuáles eran sus deseos en caso de fallecer. Desde su muerte, su esposa luchaba por obtener la exportación del esperma de su marido a España, donde la inseminación post-mortem está autorizada, contrariamente en Francia donde la procreación asistida está reservada a las parejas en edad de procrear.
Pretende quedarse embarazada mediante una inseminación post-mortem. Mariana Gónzalez Gómez, de 31 años, ha conseguido que el esperma congelado de su difunto marido en Francia sea trasladado a España, donde este proceso de fecundación es legal.
El caso comenzó hace unos meses, cuando Nicola Turri, el esposo de Mariana, falleció con 30 años a causa de una leucemia el 9 de julio de 2015, a la 13.00. La muerte se produjo una hora antes de la cita que tenía su mujer para hacerse inseminar en París, donde residía entonces la pareja, con esperma criogenizado en 2013, es decir, antes de que Turri se sometiera a un tratamiento de quimioterapia que podía dejarle estéril. El proceso administrativo debía concluir con el consentimiento del padre ante notario, a las 17.00 de ese mismo día. Pero la muerte se adelantó. El marido de la española había dejado por escrito cuáles eran sus deseos en caso de fallecer.
Desde su muerte, su esposa luchaba por obtener la exportación del esperma de su marido a España, donde la inseminación post-mortem está autorizada, contrariamente en Francia donde la procreación asistida está reservada a las parejas en edad de procrear.