Más de la mitad de los edificios de la Villa Olímpica aún no han pasado las pruebas de seguridad

A menos de dos semanas para que comiencen los Juegos Olímpicos, el comité organizador de Río 2016 ha admitido que 19 de los 31 edificios de la Villa Olímpica donde se alojan los deportistas aún no han pasado las pruebas de seguridad. A esta noticia se añade, coincidiendo con la llegada de cientos de atletas cada día, la preocupación por las filtraciones de agua y fugas de gas que han obligado a cortar el suministro en al menos uno de los edificios.

El 10 por ciento de los deportistas ha llegado ya a Río y muchos ya están instalados en la Villa Olímpica, a pesar de las precarias condiciones – incluidos ascensores rotos, suelos inundados, moho y agujeros en los techos – lo que ha causado estupor en algunos de los responsables de los equipos, los propios deportistas y voluntarios.
Los organizadores se han comprometido a resolver los problemas antes del jueves, lo que ha obligado al equipo australiano a instalar a sus deportistas en otro lugar fuera de la Villa Olímpica. Los holandeses e italianos también se han quejado y han avanzado la posibilidad de pedir una compensación por las malas condiciones. Las pruebas de seguridad deberían haberse realizado hace meses pero sólo ha sido posible en menos de la mitad de los edificios. Sólo 12 de 31 de las torres de la Villa Olímpica han recibido la correspondiente certificación de habitabilidad, han reconocido los organizadores de Río 2016.
Se espera que para la ceremonia de apertura de los Juegos, el próximo día 5 de agosto, 10.000 deportistas esté alojados en la Villa Olímpica, la mayor hasta ahora en la historia de los Juegos. «Los deportistas serán tratados como reyes. Después de todo, son las estrellas del espectáculo», se puede leer en la página web de Río 2016. Pero la realidad es muy distinta, por el momento.