La recaudación del 'Ice Bucket Challenge' ha servido para descubrir el gen que provoca ELA
La Asociación Internacional del ELA ha hecho público en un comunicado que gracias a los fondos obtenidos (más 115 millones de dólares) consiguieron financiar múltiples proyectos de investigación, entre los que se encuentra el proyecto de MinE. Los científicos involucrados en la investigación comunicaron en un artículo publicado en la revista Nature Genetics el hallazgo de un nuevo gen asociado con la enfermedad. Los expertos aseguran que el descubrimiento de este nuevo gen, el NEK1, podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos. Durante la investigación, financiada gracias al ‘Ice Bucket Challenge’, se secuenciaron genomas de 15.000 personas con la enfermedad, y en el descubrimiento participaron más de 80 investigadores de 11 países, algo que no hubiera sido posible sin el respaldo de las donaciones aportadas gracias al reto. Aunque en 2014 surgieran voces escépticas poniendo en entredicho la verdadera utilidad de los remojones en cadena, a día de hoy, es posible afirmar que sí sirvieron para contribuir a la lucha contra esta enfermedad degenerativa.
El reto ‘Ice Bucket Challenge’ ha resultado de mayor utilidad de lo que muchos imaginaban. En 2014, miles de personas participaron en una campaña viral consistente en echarse cubos de agua helada por la cabeza con el objetivo de concienciar acerca de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), logrando expandir una cadena de donaciones destinadas a investigar la enfermedad. Dos años después, los científicos han logrado identificar el gen que provoca el ELA gracias a la recaudación obtenida mediante el refrescante desafío que empapó al mundo entero.
La Asociación Internacional del ELA ha hecho público en un comunicado que gracias a los fondos obtenidos (más 115 millones de dólares) consiguieron financiar múltiples proyectos de investigación, entre los que se encuentra el proyecto de MinE. Los científicos involucrados en la investigación comunicaron en un artículo publicado en la revista Nature Genetics el hallazgo de un nuevo gen asociado con la enfermedad. Los expertos aseguran que el descubrimiento de este nuevo gen, el NEK1, podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos. Durante la investigación, financiada gracias al ‘Ice Bucket Challenge’, se secuenciaron genomas de 15.000 personas con la enfermedad, y en el descubrimiento participaron más de 80 investigadores de 11 países, algo que no hubiera sido posible sin el respaldo de las donaciones aportadas gracias al reto. Aunque en 2014 surgieran voces escépticas poniendo en entredicho la verdadera utilidad de los remojones en cadena, a día de hoy, es posible afirmar que sí sirvieron para contribuir a la lucha contra esta enfermedad degenerativa.