Esperan una ayuda de la UE tras quedar desfigurados por las bombas en Siria
Un año y medio después de que fueran capturados por la oposición en Damasco, estos hermanos pueden ser víctimas nuevamente de gobiernos irresponsables al no recibir el dinero prometido por parte de la Unión Europea. 3,4 millones de euros que han sido paralizados debido a disputas políticas. «Yo sólo quiere tener mi verdadera cara», declaraba el pequeño Gheis, sentado junto a sus padres y hermana que viven en un pequeños suburbio en Ankara junto a otras familias de refugiados sirios. En los tres meses que Limar y Gheis llevan en Turquía, han sido sometidos a cuatro operaciones cada uno, sin embargo, sus rostros todavía son irreconocibles. El pequeño no tiene dedos y Limar no puede respirar adecuadamente. «No necesito ni comida ni ropa, sólo quiero que mis hijos se recuperen», confiesan los padres. Trabajadores de ONGs en Turquía aseguran que hay miles de familias afectadas con problemas médicos graves que no reciben ayuda adecuada. La Comisión Europea ha aprobado movilizar 1.415 millones del paquete de 3.000 millones de ayuda prometida a Turquía para apoyar a los refugiados sirios que acoge y las comunidades de acogida locales. Hasta ahora sólo 105 millones de la ayuda han sido desembolsado.
Tienen las caras tan quemadas debido a las bombas que apenas pueden cerrar completamente los ojos. Gheis Mekansi, de 13 años, y su hermana Limar, de seis, son refugiados sirios que esperan en el limbo de Turquía una ayuda prometida por la Unión Europea para una reconstrucción facial y dedos protésicos. Una ayuda que nunca llega.
Un año y medio después de que fueran capturados por la oposición en Damasco, estos hermanos pueden ser víctimas nuevamente de gobiernos irresponsables al no recibir el dinero prometido por parte de la Unión Europea. 3,4 millones de euros que han sido paralizados debido a disputas políticas. «Yo sólo quiere tener mi verdadera cara», declaraba el pequeño Gheis, sentado junto a sus padres y hermana que viven en un pequeños suburbio en Ankara junto a otras familias de refugiados sirios. En los tres meses que Limar y Gheis llevan en Turquía, han sido sometidos a cuatro operaciones cada uno, sin embargo, sus rostros todavía son irreconocibles. El pequeño no tiene dedos y Limar no puede respirar adecuadamente. «No necesito ni comida ni ropa, sólo quiero que mis hijos se recuperen», confiesan los padres. Trabajadores de ONGs en Turquía aseguran que hay miles de familias afectadas con problemas médicos graves que no reciben ayuda adecuada.
La Comisión Europea ha aprobado movilizar 1.415 millones del paquete de 3.000 millones de ayuda prometida a Turquía para apoyar a los refugiados sirios que acoge y las comunidades de acogida locales. Hasta ahora sólo 105 millones de la ayuda han sido desembolsado.