Los riesgos que acechan a los niños afganos retornados: matrimonios forzados y trabajo infantil
El estudio de Save the Children revela una crisis alarmante en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, que podría deteriorarse más ante la llegada de más de 3.500 afganos al día después de que Islamabad endureció las normas para los que viven en el país de forma irregular. Entre los que regresan, muchos no tienen dinero ni documentos identificativos y los padres que enfrentan la pobreza suelen pensar que su única opción estable es acordar un matrimonio para sus hijos o ponerlos a trabajar. La situación de estos retornados es dramática. Abandonan Pakistán, donde tenían un trabajo estable, y ahora ven que ni siquiera tienen una vivienda, por lo que a menudo siente que no tienen otra opción que enviar a sus hijos a buscar trabajo o casar a sus hijas». «Estamos realmente preocupados por los riesgos que amenazan a los niños y al futuro de los menores si la situación continua», dijo Bahirullah Wyaar, asesor de Save the Children en Kabul. En lo que va de año, más de 650.000 afganos regresaron desde Pakistán y la mayoría planean quedarse en Nangarhar al menos hasta que pase el invierno.
Miles de niños afganos que regresaron desde Pakistán corren el riesgo de acabar en un matrimonio forzado o trabajando, según un estudio de Save the Children. El sondeo elaborado entre retornados revela que los hijos de familias afganas pobres no van a la escuela ni tienen acceso a la educación corren el riesgo de terminar en un matrimonio temprano o siendo víctimas de trabajo infantil.
El estudio de Save the Children revela una crisis alarmante en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, que podría deteriorarse más ante la llegada de más de 3.500 afganos al día después de que Islamabad endureció las normas para los que viven en el país de forma irregular. Entre los que regresan, muchos no tienen dinero ni documentos identificativos y los padres que enfrentan la pobreza suelen pensar que su única opción estable es acordar un matrimonio para sus hijos o ponerlos a trabajar. La situación de estos retornados es dramática. Abandonan Pakistán, donde tenían un trabajo estable, y ahora ven que ni siquiera tienen una vivienda, por lo que a menudo siente que no tienen otra opción que enviar a sus hijos a buscar trabajo o casar a sus hijas». «Estamos realmente preocupados por los riesgos que amenazan a los niños y al futuro de los menores si la situación continua», dijo Bahirullah Wyaar, asesor de Save the Children en Kabul.
En lo que va de año, más de 650.000 afganos regresaron desde Pakistán y la mayoría planean quedarse en Nangarhar al menos hasta que pase el invierno.