Asesinan a seis trabajadores de la Cruz Roja en Afganistán
«Es un acto despreciable, nada puede justificar el asesinato de nuestros amigos», ha escrito la jefa de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Afganistán, Monica Zanarelli. «Todavía es temprano para determinar el impacto de este espantoso incidente en nuestras operaciones en Afganistán. Ahora tenemos que permanecer unidos como un equipo y encontrar a nuestros colegas desaparecidos». Las muertes de los trabajadores llegan tres semanas después de la liberación de un empleado español del CICR, secuestrado el 19 de diciembre cuando se trasladaba con un equipo de la organización entre Mazar-i-Sharif y la provincia vecina de Kunduz, bastión talibán. Fue liberado a mediados de enero, pero ni el CICR ni los responsables locales precisaron cómo fue puesto en libertad ni quién perpetró el secuestro.
Seis trabajadores de la Cruz Roja han muerto en el norte de Afganistán y otros dos siguen desaparecidos después de que su convoy fuera atacado por un grupo de hombres armados. La organización ha comunicado que los miembros asesinados se encontraban en un área al sur de la ciudad de Shibergan, en la provincia de Jawzjan, conocida por su inestabilidad y riesgo, pero no han trascendido los nombres ni las nacionalidades de las víctimas.