El programa Copérnico pone en órbita su quinto satélite de observación de la Tierra
El programa europeo Copérnico de observación de la Tierra ha ampliado su familia de satélites a cinco con el lanzamiento este martes del Sentinel-2B, que cuenta con una innovadora cámara multiespectral de alta resolución capaz de fotografiar inundaciones, zonas quemadas por incendios o erupciones volcánicas. El lanzamiento se ha llevado a cabo desde la base espacial de Kurú en la Guayana Francesa con un cohete Vega.
El programa europeo Copérnico de observación de la Tierra ha ampliado su familia de satélites a cinco con el lanzamiento este martes del Sentinel-2B, que cuenta con una innovadora cámara multiespectral de alta resolución capaz de fotografiar inundaciones, zonas quemadas por incendios o erupciones volcánicas. El lanzamiento se ha llevado a cabo desde la base espacial de Kurú en la Guayana Francesa con un cohete Vega.
El lanzador ha despegado a las 22:49, hora local, las 01:49 horas GMT, mientras que la separación del satélite de 1.130 kilogramos y su puesta en órbita se ha producido casi 58 minutos después del despegue del cohete lanzador ligero.
El Sentinel 2-B, junto a su satélite gemelo ya en órbita desde junio de 2015 (Sentinel 2-A), fotografiará incendios, inundaciones, ofrecerá servicios útiles para la pesca o sobre la contaminación de lagos y mares, y podrá monitorizar el crecimiento de la vegetación. Cuando esté completamente operativo, unos tres meses después de su lanzamiento, cubrirá junto a su gemelo la superficie terrestre cada cinco días, las mayores islas y las aguas costeras y continentales, entre las latitudes 56 grados sur y 84 grados norte.
Liftoff for Europe's #Sentinel2 aboard Vega #VV09 #Sentinel2Go pic.twitter.com/n9MAKiSWAI
— ESA (@esa) March 7, 2017
Desde la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) destacan que uno de los mayores retos de la sociedad es garantizar la explotación sostenible de los recursos y los dos satélites Sentinel-2 son una pieza clave para ello: serán capaces de observar de forma periódica y frecuente una misma zona de la Tierra. De esta manera, obtendrán un gran número de parámetros que son esenciales para monitorizar el crecimiento de las plantas, como los contenidos de clorofila y de agua en sus hojas. Este tipo de información ayudará a tomar decisiones sobre cuánta agua o fertilizante se necesita para optimizar una cosecha o para definir estrategias que ayuden a mitigar el cambio climático, según la ESA.
Los satélites medioambientales Sentinel-2 medirán asimismo las tasas de deforestación y reforestación y las superficies afectadas por los incendios, y servirán también para monitorizar la expansión urbana y mejorar su planificación.
Sentinel-2 contribuirá a entender mejor la Tierra y, por tanto, a tomar decisiones futuras: «tenemos que dar algo al futuro y el espacio es una vía para ello», ha señalado a la prensa el director de la ESA, Jan Woerner, quien ha detallado que por cada euro de inversión en el programa Copérnico se recuperan diez euros para la economía europea.