Brasil apela ante la OMC contra el embargo a sus carnes

Brasil pidió este miércoles ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) evitar restricciones «arbitrarias» contra sus exportaciones de carne, que podrían ocasionar hasta 1.500 millones de dólares de pérdidas a la potencia latinoamericana.

Desde que estalló el escándalo por denuncias de adulteraciones en cortes para consumo humano, veinte mercados cerraron parcial o totalmente sus puertas o intensificaron sus controles sobre los productos cárnicos brasileños, golpeando un negocio que tiene clientes en 150 países y que generó más de 13.000 millones de dólares el año pasado.

«Lo que estamos sufriendo ahora es un golpe, un puñetazo en el estómago», afirmó el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, en una presentación ante el Senado. «El trabajo que tenemos por delante es recuperar, reorganizar nuestras fuerzas, viajar por el mundo y mostrar efectivamente que lo que ha sucedido aquí es que algunas personas actuaron mal y no fue la culpa de un sistema o una industria», añadió el funcionario.

La magnitud de la crisis llevó a Maggi a asegurar que Brasil, el mayor exportador mundial de carne bovina y aviar, deberá poner en pausa sus planes de aumentar hasta el 10% su participación en el mercado global de alimentos, en el que actualmente tiene un 7%. «Es algo tan fuerte que cuando veo ese 7% empiezo a pensar que tendré que trabajar para mantenerlo. No consigo imaginar conseguir ese 10%. Es un shock», señaló.

En un intento por minimizar los daños, Brasil entregó en Ginebra un mensaje a sus socios en la Organización Mundial del Comercio, instándolos a evitar «medidas que constituirían restricciones arbitrarias al comercio internacional o contrarias a las disciplinas contempladas en el Acuerdo SPS [de aplicación de medidas sanitarias]». La petición fue distribuida en una reunión del Comité de medidas sanitarias y fitosanitarias del organismo de 164 países.

En este caso, bautizado ‘Carne Débil’, se denunció a 21 frigoríficos por practicar delitos de corrupción, usar ácidos y cancerígenos para maquillar cortes en mal estado y adulterar etiquetas para falsear la fecha de validez. Todo con el beneplácito de inspectores sanitarios sobornados para autorizar las ventas. La policía afirmó que parte del dinero sirvió para financiar a dos partidos de la base aliada del presidente Michel Temer, aunque hasta ahora no hubo más detalles. La Policía Federal detuvo a 30 personas, clausuró tres plantas y suspendió el permiso de exportar de todas las investigadas. Entre ellas, unidades de los gigantes globales JBS y BRF.