La Catedral de Notre Dame se cae a pedazos
En un día de verano promedio en París, unos 50.000 turistas visitan la catedral de Notre Dame, uno de los edificios más importantes de la capital francesa.
En un día de verano promedio en París, unos 50.000 turistas visitan la catedral de Notre Dame, uno de los edificios más importantes de la capital francesa.
La iglesia que ha sobrevivido a momentos históricos de esa nación, incluyendo la Revolución Francesa y dos guerras mundiales, hoy enfrenta un nuevo desafío. Unos 854 años después de iniciada su construcción (en 1163), uno de los sitios más visitados de Europa, con unos 12 millones de turistas al año, necesita urgentemente reparaciones, reseñan la revista Time, medios franceses y otros exclusivamente religiosos.
“La catedral de París se cae a pedazos”. Es el mensaje que están mandando los conservacionistas franceses así como el arzobispado parisino que calcula que se necesitan más de 100 millones de euros para repararla.
La urgencia es tal que el propio jefe de comunicación de Notre Dame, André Finot, ha confirmado a la revista francesa ‘Le Point’ que hay profundas grietas que afectan a su célebre aguja, a las dos torres -a las que suben diariamente cientos de turistas- y a sus icónicas gárgolas, reseña infocatolica.com.
De hecho, varias de ellas no tienen cabeza y hace solo unos días una se desprendió de la fachada y cayó al suelo.
Notre Dame es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo y a lo largo de su historia ha sido reformada en varias ocasiones. Aun así, las condiciones climatológicas y la contaminación han afectado su estructura. Los expertos aseguran que una de las cosas que más la ha erosionado es la polución.
“Si bien el Estado francés destina cerca de dos millones de euros anuales a su mantenimiento, las necesidades de Notre Dame son 50 veces mayores”, acota el medio.
El objetivo es conseguir un mínimo de 100 millones de euros en los próximos 5 a 10 años para cumplir una lista de obras que tienen que realizarse para evitar que Notre Dame cierre sus puertas y se destruya.
Tan solo su emblemática aguja costaría 10 millones de ese presupuesto.
Un asunto importante es que, según Time, las reparaciones corren prisa. «El daño sólo se puede acelerar», ha dicho Andrew Tallon, profesor asociado de arte en el Vassar College en Poughkeepsie, Nueva York, y un experto en arquitectura gótica.
Después de estudiar cuidadosamente el daño, asegura que el trabajo de restauración es urgente. La verdad es que la catedral no ha sido abandonada, este año el gobierno dio 6 millones de euros extra para sus reparaciones, aun así, es insuficiente y no se podrá encargar de su restauración.
“Aceptando que el gobierno no pagaría para restaurar la catedral, la arquidiócesis lanzó la web Amigos de Notre Dame en octubre para pedir ayuda. Esperan recaudar los 100 millones de euros lo más pronto posible.