Hariri defiende su marcha a Riad como "un choque positivo" para el Líbano
Para Hariri, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, es «un gran reformador» que está en proceso de «moderar el islám»
El primer ministro del Líbano, Saad Hariri, ha defendido su marcha a Arabia Saudí del pasado 4 de noviembre y su anuncio de dimisión como «un choque positivo» para su país. También ha insistido en que busca «la neutralidad» para combatir la injerencia del grupo chií Hizbulá, aliado de Irán.
En una entrevista concedida desde Beirut al canal francés CNews y difundida este lunes, el premier ha aclarado que sigue como jefe del Gobierno del país mientras aguarda la resolución de la crisis a instancias del presidente libanés, Michel Aoun, quien se ha reunido con líderes de distintos grupos políticos para lograr puntos comunes, informa EFE.
«Fue un choque positivo para mostrar a todos los partidos políticos que el Líbano no puede continuar de esta manera, sin mirar a su alrededor. Tenemos aliados y países que hay que respetar«, ha señalado Hariri, quien había dicho que ha buscado refugio en Riad durante semanas porque temía por su seguridad.
Según el primer ministro, el Líbano atraviesa «un periodo muy difícil» en el que toda la región de Oriente Medio «arde» con conflictos en Siria, Irak o el Yemen. «Lo que busco es estabilizar el Líbano», ha dicho el político, quien ha evoado el asesinato en 2005 de su padre, Rafic Hariri, por el que están siendo juzgados cinco miembros de Hizbulá.
En una alusión a los vínculos de este grupo, Hariri ha avisado que «la injerencia de Irán es un asunto que debe preocupar a todos». «Tenemos un partido político que se llama Hizbulá, e Irán está en camino de entrometerse en todos los países árabes», ha dicho el primer ministro, quien ha apostado por no hacer peligrar las relaciones del Líbano con los países del golfo, que son de corriente suní.
Para Hariri, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, es «un gran reformador» que está en proceso de «moderar el islám» para que regrese a lo que era antes, una religión «moderada» y «no extremista».
El primer ministro libanés ha alertado que hay una «gran desestabilización» en el Líbano, con un millón y medio de refugiados sirios y más de 300.000 palestinos acogidos por el país, de solo seis millones de habitantes.
En caso de que la reforma gubernamental que desea Hariri no se materialice, ha adelantado que abandonará de nuevo el país muy a su pesar.