Autoridades en Houston se oponen a la apertura de un "burdel de robots"

Las autoridades de Houston se han opuesto, al menos temporalmente, a la apertura de un «burdel de robots» que una empresa canadiense planea establecer en la ciudad. El periódico The Houston Chronicle informó el pasado domingo de que los inspectores técnicos del edificio dieron la orden de parar después de determinar que la compañía Kinky S Dolls no contaba con los permisos necesarios para llevar a cabo la demolición y la reconstrucción en una antigua peluquería de 2.500 metros cuadrados en The Galleria, el centro comercial más grande de Texas.

Kinky S Dolls anunció el pasado mes en Facebook su intención de abrir el primer «burdel de muñecas cariñosas» en Estados Unidos, eligiendo como ubicación Houston. La empresa abrió en 2017 un sitio similar en la ciudad canadiense Toronto.

A través de las redes sociales, la compañía canadiense ha explicado que sus muñecas con apariencia humana y con capacidad para hablar pueden ser compradas o alquiladas. The Houston Chronicle escribió: «El concepto de las KinkySDolls, un negocio para adultos, es similar a una sala de exposición donde muñecas semejantes a seres humanos son mostradas de manera erótica y pueden ser alquiladas para usarlas en habitaciones privadas del mismo burdel durante media hora u hora entera. La piel de las muñecas están hechas con materiales sintéticos y cuentan con un esqueleto muy flexible».

No obstante, la compañía ha encontrado oposición por parte de comunidades y autoridades locales. El alcalde de Houston, Sylvester Turner, ha manifestado que aunque no está tratando de ser la «policía moral», Kinky S Dolls no es el tipo de negocio que la ciudad busca.

Elijah Rising, una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo acabar con el tráfico sexual en Houston, ha iniciado una recogida de firmas para evitar que la empresa abra este negocio en la ciudad. El domingo por la tarde ya contaban con alrededor de 12.000 firmas, informa The Guardian.