Dia registra pérdidas de 352,6 millones de euros en 2018 y despedirá a 2.100 personas
La cadena de supermercados Dia ha registrado una pérdida de 352,6 millones de euros en 2018, según ha informado la compañía este viernes, tres días después de que su principal accionista –Letterone, controlado por el magnate ruso Mihail Fridman– lanzara una oferta pública de adquisición sobre la atribulada empresa.
La cadena de supermercados Dia registró unas pérdidas de 352,6 millones de euros en 2018, informa la compañía este viernes, tres días después de que su principal accionista –Letterone, controlado por el magnate ruso Mijáil Fridman– lanzara una oferta pública de adquisición (OPA) sobre la empresa. Tras estos resultados, la cadena ha anunciado que despedirá a 2.100 empleados de una plantilla de unos 47.000 (26.000 en España). El año anterior la empresa había obtenido un beneficio de 101,2 millones de euros. En el conjunto del ejercicio 2018, las ventas fueron de 7.300 millones de euros, frente a los 8.200 millones de euros de 2017, explica Reuters.
El martes Letterone anunció que iba a presentar una OPA de 300 millones de euros por Dia valorando al grupo en más de 400 millones de euros. Además, ofreció una prima de alrededor del 56% sobre la cotización previa.
Dia y su filial Twins Alimentación han informado en un comunicado de que «la extinción de un máximo de 2.100 contratos de trabajo» debe ser todavía negociada con los sindicatos.
De la caída de las ventas, la mayor parte se produjo en España –su mercado más importante–, con una reducción de 161 millones de euros respecto a 2017, por encima de los cerca de 35 millones de euros de bajada registrados en Portugal. Además, también hubo un impacto negativo por los tipos de cambio en Argentina y Brasil.
A nivel global las ventas brutas bajo enseña (resultado de la suma de lo facturado en supermercados propios y franquiciados sin descontar IVA y otros impuestos indirectos) acabaron el año en los 9.390 millones de euros, un 14,9% por debajo del dato de 2017.
Dia, además, acabó el año en situación de «causa de disolución» –tal y como ya había anunciado– con un patrimonio neto negativo en 166 millones de euros, frente a los 257,3 millones positivos de un año antes. La deuda neta, por su parte, se ha disparado más de un 50%, al pasar de 945 a 1.451 millones de euros.