Boris Johnson sucede a Theresa May como primer ministro de Reino Unido
El líder conservador se enfrenta a corto plazo a la probabilidad de un Brexit sin acuerdo y una grave crisis diplomática con Irán
Boris Johnson ha ganado la carrera para convertirse en el líder del Partido Conservador y, como resultado, en primer ministro del Reino Unido. Tendrá ante sí la responsabilidad de acabar con el estancamiento que se ha producido en las negociaciones para el Brexit, después de tres años años del referéndum, y graves crisis diplomáticas, como aquella que comparte con Irán a raíz del secuestro de petroleros.
El exalcalde de Londres, que se caracteriza por sus maneras poco convencionales y por aglutinar odios y apoyos a partes iguales, se hace así con el poder en Downing Street y tendrá que formar un nuevo equipo que será ratificado por la reina. Los desafíos políticos se le acumulan, pero también los económicos. La libra está cerca de su mínimo en dos años frente al dólar y al euro por temor a una ruptura con la UE sin acuerdo que dejaría en el limbo muchas transacciones comerciales, entre otras cosas.
El nuevo primer ministro toma el relevo con una precaria mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes del parlamento. Una mayoría que se redujo a sólo dos diputados el lunes después de la suspensión de Charlie Elphicke de las filas conservadoras tras ser acusado de tres cargos de agresión sexual. Incluso su designación como sucesor de Theresa May que se daba por hecha desde hace días, ha provocado cierto terremoto interno en su partido.
El ministro de Finanzas, Philip Hammond, anunciará su renuncia junto al de varios ministros, de acuerdo con la prensa británica. Principalmente porque no comparten la posición de Johnson de salir de Europa a cualquier precio, eso es, con o sin acuerdo. Quien se anticipó a Hammond fue Alan Duncan, que dimitió como secretario de Estado para Europa y las Américas el lunes y desafió abiertamente a Johnson.
Duncan trató de forzar una prueba del apoyo de Johnson en el parlamento mediante un debate de emergencia el martes, un intento frustrado por el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow. El ministro de Justicia saliente, David Gauke, ha dicho que no está de acuerdo con la estrategia de Johnson, pero que está dispuesto a darle una oportunidad y ha asegurado: «No votaré en contra de mi partido en una moción de confianza».
El terremoto, pues, podría acabar conduciendo a unas elecciones adelantadas en las que los sondeos dan ganadores a los laboristas, seguidos por los conservadores, con el partido euroescéptico de Nigel Farage pisándoles los talones en tercer lugar.