Florida ejecuta a un asesino en serie de homosexuales
Durante ocho meses de 1994, el asesino de la I-95 mató a seis hombres
El estado de Florida ejecutó el jueves a Gary Ray Bowles, un asesino en serie de hombres homosexuales adultos que en el transcurso de ocho meses en 1994 mató a seis personas.
A Bowles, de 57 años, lo declararon muerto a las 22.58 hora local (02.58 del viernes GMT) tras recibir una inyección letal en la Prisión Estatal de Florida, en el norteño condado Bradford, y luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos desestimara una apelación de última hora presentada por su defensa.
Bowles era conocido como el asesino de la I-95, en referencia a la autopista que conecta el este de Estados Unidos de norte a sur, porque mató a sus seis víctimas en seis estados a lo largo de esta autopista.
En una última declaración escrita, pidió perdón «por la pena y los sufrimientos» que causó. «Nunca quise que mi vida se pareciera a esto. Uno no se levanta un día y decide que se va a convertir en un asesino en serie», lamentó.
Hijo de un minero que murió víctima de la llamada «enfermedad del pulmón negro» antes de que Bowles naciera, sufrió abusos por parte de las parejas de su madre, a uno de los cuales casi mata de una pedrada en la cabeza tras una discusión cuando tenía solo 13 años.
Eso obligó a Bowles a huir del hogar familiar. Logró sobrevivir manteniendo relaciones sexuales con hombres a cambio de dinero. Desde entonces fue arrestado varias veces. Pasó unos años en prisión en la década de 1980 por agredir y violar «brutalmente» a su novia y volvió a la cárcel la década siguiente por robo.
En marzo de 1994 cometió su primer asesinato en Florida. Empezó con el de John Hardy Roberts en Daytona Beach (Florida), al que le siguieron otros cometidos en Rockville (Maryland), Savannah y Atlanta (Georgia), así como en el floridano condado de Nassau y el último en Jacksonville Beach.
Bowles mantuvo un común denominador: ahogaba a sus víctimas —hombres con los que se iba a vivir— con diferentes objetos, entre ellos trapos, rollos de papel higiénico, tierra y hasta un juguete sexual. Una biografía del Washington Post de en 1994, cuando todavía estaba fugitivo, lo definía como «guapo y encantador«.
Las autoridades tenían identificado a Bowles desde el primer asesinato, porque dejó un documento en la escena del crimen y fue visto por una cámara de vigilancia tratando de extraer de un cajero dinero de la cuenta de Roberts. Su captura sin embargo resultó más complicada, lo que dio tiempo al ejecutado de perpetrar los otros cinco asesinatos.
En 1994 fue capturado en Jacksonville, en el noreste de Florida, por el asesinato de Walter Jamelle Hinton. Después Bowles confesó haber matado a seis hombres. Se declaró culpable en 1996 y fue sentenciado en 1999 por el asesinato de Hinton.
La de Bowles ha sido la segunda ejecución del año en Florida y la número trece en todo el país. Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo la pena de muerte en 1976, en EEUU han sido ejecutados 1.503 presos, 99 de ellos en Florida.
