Victoria's Secret suelta la bomba: cancela su desfile anual por las bajas audiencias
La famosa firma de lencería cancela el show que lleva celebrando desde 1995 debido a los malos datos de televisión y las insistentes críticas a su formato
La marca de lencería Victoria’s Secret ha anunciado por sorpresa que anula su esperado desfile anual debido a las bajas audiencias –en mayo anunció que dejarían de retransmitirse por televisión– y a las críticas por su supuesto machismo y por sus supuestas políticas discriminatorias. Así que este espectacular evento que comenzó en 1995 y no tardó en convertirse en un icono pop se tomará un descanso, tal y como explica L Brands, para desarrollar su próxima estrategia de mercadotecnia.
«Estamos estudiando cómo mejor el posicionamiento de la marca y mejorar nuestra comunicación con los clientes», ha explicado el jefe financiero de franquicia, Stuart Burgdoerfer, en una declaraciones recogidas por la BBC. Del mismo modo, ha remarcado la trascendencia de la decisión: «Esta gala es un atributo importante de la marca y un logro destacable de márketing». No hay que olvidar que en estos eventos desfilan las supermodelos más importantes del momento, como Bella Hadid, Miranda Kerr o Sara Sampaio.
Ni ignorar que cada una de estas ediciones requiere de una aportación importante de la que L Brands se hace cargo, precisamente en un momento en que sus números se debilitan. La empresa perdió cerca de 230 millones de euros en el tercer cuatrimestre del año. Unos datos que se suman a las cada vez más insistentes voces críticas contra el show. Por una parte, por la imagen que crea del cuerpo de la mujer. Por otra parte, por su resistencia a incluir a transexuales.
El exdirector de márketing de Victoria’s Secret, Ed Razek, creó una polémica ruidosa cuando dijo en una entrevista para Vogue que los modelos trans no deberían desfilar en este evento anual. Poco después se vio obligado a disculparse y este mismo año ha salido de la compañía. Esta imagen corporativa ya dañada tampoco se ha visto favorecida por la amistosa relación que mantenía el fundador de la marca, Lex Wexner, con el inversor Jeffrey Epstein, muerto en extrañas circunstancias en prisión tras comprobarse su preferencia sexual por las menores de edad.