Forcadell sale de prisión en su primer permiso para hacer voluntariado y cuidar a su madre
El plan de salidas previsto por la junta de tratamiento permite a Forcadell abandonar la prisión un total de tres días entre semana, nueve horas diarias
La expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha salido este lunes de la prisión de Mas d’Enric de El Catllar, en Tarragona, para realizar labores de voluntariado y cuidar a su madre.
La salida de Forcadell llega después de que el 12 de febrero, la junta de tratamiento de la prisión acordara permitir su salida de la cárcel varios días a la semana para llevar a cabo estas actividades mediante la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario.
En concreto, el plan de salidas previsto por la junta de tratamiento permite a Forcadell abandonar la prisión un total de tres días entre semana, nueve horas diarias, incluido el desplazamiento de ida y vuelta al centro penitenciario.
La expresidenta del Parlament y de la ANC, condenada a 11 años y medio de cárcel por el Tribunal Supremo, ha logrado beneficiarse del artículo 100.2 tras entregar la documentación pertinente al centro penitenciario que acredita que en las salidas que le concedan llevará a cabo labores de voluntariado y se hará cargo de su madre anciana.
En las últimas semanas la junta de tratamiento de la prisión de Lledoners (Barcelona) también ha acordado flexibilizar el régimen de los Jordis: el expresidente de la ANC podrá salir tres días a la semana y cinco el líder de Òmnium Cultural, para ir a trabajar y participar en actividades de voluntariado.
Asimismo, el exconseller de Interior Joaquim Forn y la de Trabajo Dolors Bassa podrán salir para ir a trabajar y a cuidar de familiares, después de que las cárceles donde cumplen condena por el procés acordaron la pasada semana aplicarles el artículo 100.2.
Este artículo lo proponen las juntas de tratamiento de las prisiones -integradas por juristas, psicólogos, educadores sociales, médicos y maestros- y los eventuales recursos se agotan en la Audiencia de Barcelona, a diferencia de la clasificación penitenciaria, en que la última palabra la tiene el tribunal sentenciador.