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Como fue el caso de los aclamados World Press Photo de este año, el drama de los refugiados se ha convertido en el centro de los grandes reportajes fotográficos.  Los fotógrafos Mauricio Lima, Sergey Ponomarev, Tyler Hicks y Daniel Etter fueron reconocidos por sus imágenes del peligroso periplo de los inmigrantes de Oriente Próximo a Europa. Los premios Pulitzer llevan desde 1917 honrando la excelencia en el periodismo y las artes desde 1917. En The Objective hemos elaborado un especial con las mejores fotografías que han puesto el foco en los hechos más relevantes de la última década.

Bajo el título ‘Un pueblo en la desesperación: el año de Haití sin piedad’, las fotos iban desde las calles inundadas de Gonaives a la cuota de muerte en la población rural de Cabaret, donde los niños corrían entre personas ahogadas. Más de 800 haitianos murieron y un millón de personas quedaron sin hogar por una serie de tormentas que desolaron el país de la isla La Española.

La imagen capta el momento en el que un soldado dispara en la pierna al fotógrafo nipón que falleció minutos después. Nagai intentaba capturar el momento en el que el pueblo se manifestaba contra las políticas del Gobierno birmano cuando fueron dispersados violentamente por las fuerzas de seguridad del país. La fotografía fue tomada el 27 de septiembre de 2007.

Patricia Ralph-Neely, de 67 años, fue salvada por un trabajador de la construcción, Jason Oglesbee, que, amarrado a una grúa y con un improvisado arnés, intentó rescatarla cuando se percató que el barco en el que viajaba junto a su marido se dirigía sin control hacia una presa. Chind disparó la imagen cuando se encontraba junto con el equipo de rescate y bomberos que, en un primer intento, no pudieron rescatarla. Finalmente, el obrero Oglesbee, arriesgando su vida amarrado con cuerdas y cadenas a una grúa, pudo rescatar a la mujer.

Los fotoperiodistas Carol Guzy, Nikki Kahn y Ricky Carioti obtuvieron el Pulitzer 2011 de fotografía en la categoría Breaking News por la cobertura realizada tras el seísmo de magnitud 7,0 que asoló el país más pobre de América. El jurado del certamen destacó «el retrato cercano del dolor y la desolación». Aquella tragedia dejó cifras que no deben ser olvidadas. Murieron 316.000 personas, 350.000 resultaron heridas y más de 1,5 millones de personas perdieron su hogar.

La explosión tuvo lugar en una mezquita de Kabul en 2011 y acabó con la vida de 70 personas. El propio fotógrafo reconoció que en un primer momento pensó que se trataba de un escape de gas, pero en realidad era un ataque suicida con bomba. Hossaini fue víctima de la explosión, pero a pesar del ‘shock’ y las heridas que sufrió decidió mostrar la desoladora escena en la que la joven Tarana Akbari grita aterrorizada ante el horror que ven sus ojos. «No pueden contar lo que ocurre en Afganistán a los medios de comunicación occidentales. Mi forma de ayudarles fue contar su historia», aseguró Massoud Hossani cuando recibió el premio.

En la categoría de «Últimas noticias» el jurado destacó el trabajo realizado por Manu Brado, que fue prisionero de las tropas de Gadafi durante 44 días en 2011, Rodrigo Abd, Narcis Contreras y sus compañeros Khalil Hamra y Muhammed Muheisen. Ese mismo año, en la categoría de «Reportajes fotográficos» el jurado premió el trabajo captado por el objetivo del fotógrafo mexicano Javier Manzano, que también reflejó el terrible conflicto sirio.

El jurado destacó que el trabajo de Hicks demuestra «destreza y valentía». El ataque tuvo lugar en septiembre de 2013 y fue perpetrado por más de una docena de hombres de la milicia islamista Al-Shabbaab que irrumpieron en el centro comercial Nakumatt Westgate disparando indiscriminadamente contra los civiles que allí se encontraban. Murieron 72 personas e hirieron a 200 personas en un tiroteo posterior en Nairobi. En la categoría de fotografía destacada fue premiado el trabajo de Josh Haner, del The New York Times, sobre la recuperación de una de las víctimas de los atentados del maratón de Boston.