Así fueron las dos visitas secretas del príncipe Alberto y sus hijos a Charlene de Mónaco
Los detalles de la reunión no has trascendido hasta ahora
No ha sido una sino dos las visitas que ha recibido Charlene de Mónaco en la clínica suiza en la que se encuentra ingresada desde principios del pasado mes de noviembre. Dos veces en las que el príncipe Alberto y sus hijos se han podido reunir con ella, contando con el beneplácito del equipo médico que se encarga del tratamiento y el seguimiento de la princesa.
La mujer del soberano monesgasco permanece ingresada en una exclusiva clínica de Zúrich. Hasta su regreso al Principado, pasó seis meses en Sudáfrica donde se sometió a varias intervenciones quirúrgicas debido a una grave infección de oídos, nariz y garganta.
Unos días después de su vuelta al Principado, desde Palacio se emitió un comunicado en el que se explicaba cuál era el futuro inmediato de Charlene de Mónaco, que no atravesaba precisamente por un buen momento. Todo se trató con el mayor secretismo hasta que comenzaron a surgir las especulaciones y el soberano salió al paso de las mismas.
Alberto da explicaciones
«Cuando regresó, ella misma era consciente de que su estado de profunda fatiga no le permitiría cumplir con sus obligaciones, y que tenía que buscar ayuda», explicó Alberto. Y hasta que llega el momento de su regreso definitivo, el príncipe y toda la familia están pendientes de su evolución. Esto implica el hecho de seguir pies juntillas las recomendaciones de los especialistas que la tratan.
Precisamente, el contacto con la familia es algo muy beneficioso para la evolución de la paciente. Por eso, y aprovechando la llegada de las Navidades, se creyó conveniente que Charlene pudiera reunirse con su marido y sus hijos. Un par de visitas que tuvieron lugar en vísperas de Nochebuena y pasado Fin de Año.
Así fue la visita de cuatro horas
Días antes de la visita, la Casa Real emitió un nuevo comunicado en el que se indicó cómo estaba siendo la evolución de Charlene: «La princesa Charlene se está recuperando de una manera satisfactoria y tranquilizadora, aunque pueden pasar algunos meses antes de que su salud se recupere por completo». Y aprovecharon para adelantar la intención del príncipe Alberto y sus hijos de visitarla durante las vacaciones navideñas.
El 23 de diciembre Alberto y sus hijos, Jacques y Gabriella, viajaron en jet privado hasta Suiza para disfrutar del ansiado reencuentro familiar. Según han desvelado medios locales, el matrimonio y los niños estuvieron reunidos durante cuatro horas en las que aprovecharon al máximo el tiempo. Almorzaron, jugaron, cantaron villancicos y rezaron juntos hasta que llegó el momento de la despedida, que describen como «agridulce».
Lo beneficioso de esta visita fue tal que, aunque la exnadadora sudafricana pasó Nochevieja y Año Nuevo sola en la clínica, los médicos dieron luz verde a un nuevo encuentro familiar. Por eso, el pasado día 2 de enero Charlene pudo reunirse de nuevo con su marido y sus pequeños. Un reencuentro calificado de «terapéutico», debido a que la familia es uno de los pilares fundamentales dentro de la recuperación emocional de la paciente.
Así es la clínica en la que se recupera Charlene de Mónaco
Según publicó el diario alemán Bild, Charlene se encuentra ingresada en el exclusivo centro Paracelsus Recovery. Una clínica en Suiza especializada en salud mental, que ofrece tratamientos para superar adicciones, así como contra la depresión, la ansiedad y los trastornos alimenticios, entre otras dolencias.
Se trata de un lugar que garantiza la privacidad de sus pacientes y es además una de las más famosas del mundo, con un coste mensual que va desde los 50.000 a los 300.000 euros, dependiendo del tratamiento que se necesite. Por ende, asegura que solo acepta 20 pacientes al año, algo fundamental para así garantizar los mejores resultados.
De no ser por los tratamientos y el equipo médico que trabaja allí, esta clínica podría considerarse un resort de lujo ya que cuenta con alojamiento de cinco estrellas para los pacientes que lo requieran. Con vistas a las montañas suizas, las viviendas están formadas por áticos de 250 metros cuadrados a los que no les falta detalle.
Amueblados con todo lujo de detalles y dotados de «la infraestructura médica necesaria», cada uno cuenta con un dormitorio en suite con baño completo incluido, así como un segundo dormitorio, cocina totalmente equipada y sala para terapia. Todo incluido en el precio, además de un psicoterapeuta disponible las 24 horas del día.