El extraño silencio de Jelena tras la deportación de su marido, Novak Djokovic

Novak Djokovic y su familia han recibido una de las peores noticias el pasado fin de semana. La Corte Federal de Australia ha rechazado el recurso del tenista serbio y finalmente ha sido deportado, por lo que no podrá participar en el Open de Australia.

Tras conocerse la decisión, el deportista, de 34 años, ha dicho en un comunicado que está «extremadamente decepcionado». «Respeto el fallo del Tribunal y cooperaré con las autoridades competentes en relación a mi salida del país», ha añadido.

La batalla de Djokovic en Australia comenzó en los primeros días de enero, cuando el tenista acudió a Australia para jugar el torneo pero fue retenido en la frontera por no contar con el certificado de vacunación contra el coronavirus. Aseguró que contaba con una exención médica y, más tarde, sus abogados afirmaron que esta se debía a haberse contagiado del virus recientemente. Finalmente, y tras más de una semana de batalla legal y con el tenista retenido en un hotel, la Justicia ha decidido que el deportista no podrá estar en el país sin cumplir con las normas de entrada.

«Ahora voy a tomarme un tiempo para descansar y recuperarme, antes de hacer otros comentarios», ha dicho Djokovic en su comunicado. «Me molesta que la atención se haya centrado tanto en mí estas últimas semanas, y espero que ahora todos podamos centrarnos en el juego y el torneo que amo. Me gustaría desear buena suerte a los jugadores, los responsables del torneo, el personal, los voluntarios y los espectadores del torneo», ha añadido.

Quien no ha hablado todavía ha sido su mujer, Jelena Ristic, y es raro, ya que sí que se había pronunciado cuando comenzó toda la polémica. Lo vemos.

El silencio sepulcral de Jelena Ristic ante la deportación de su marido

Novak Djokovic sí se ha pronunciado tras el fallo de la Justicia, algo que, extrañamente, no ha hecho su esposa. Jelena Ristic, de 35 años (uno más que el tenista), está completamente desaparecida de la esfera pública (redes sociales incluidas) desde hace una semana.

Todos esperaban que la mujer del deportista dijera algo sobre la deportación de su marido, pero, a día de hoy, ese comentario no ha llegado.

Jelena sí comentó, hace siete días, lo que estaba ocurriendo con su pareja en Australia. Lo hizo, eso sí, sin referirse a ello explícitamente, aunque todo el mundo lo entendió.

Gracias a todos por enviarle amor a mi marido. La única ley que todos debemos respetar, a lo largo y ancho del mundo, es la del amor y el respeto para con otro ser humano

«Gracias a todos por usar vuestra voz para enviarle amor a mi marido. Estoy respirando profundamente para calmarme y encontrar gratitud (y comprensión) en este momento, por todo lo que está sucediendo. La única ley que todos debemos respetar, a lo largo y ancho del mundo, es la del amor y el respeto para con otro ser humano. El amor y el perdón nunca son un error sino una fuerza poderosa. ¡Les deseo a todos lo mejor!», escribió la esposa de Djokovic, manifestando así que estaba en contra del requerimiento sanitario que se le exigía a su marido.

Ilustró su texto con esta bonita fotografía, en la que también aparece el perro de la familia:

Se espera que Jelena no tarde en pronunciarse acerca de la deportación de su marido, un mensaje que quizá está reteniendo por petición expresa del tenista y de quienes le asesoran.

Toda una vida juntos

Tal y como te contamos en THE OBJECTIVE este fin de semana, Novak Djokovic y Jelena Ristic llevan toda la vida juntos. Se conocieron cuando eran unos adolescentes, pues iban a la misma escuela. Comenzaron a salir en 2005, y después de tres años su relación sufrió un impasse, pues él comenzó a viajar a otros países a jugar sus torneos y ella se fue a Italia, concretamente a Milán, a estudiar su carrera. Como cualquier veinteañero, en aquella época no tenían apenas dinero, así que sólo viajaban para verse unas tres veces al año.

Jelena, una vez que acabó la carrera, comenzó a trabajar en una empresa petrolera, pero sólo estuvo un año, ya que lo dejó para seguir en cuerpo y alma al tenista. Fue entonces cuando se puso al frente de la Fundación Novak Djokovic, dedicada a la educación de niños con pocos recursos. Desde entonces, el camino laboral de Jelena está unido a Novak Djokovic, algo que ella considera normal.

Se casaron tras nueve años de relación

En 2013, ocho años después de comenzar su relación, Novak Djokovic le pidió matrimonio a Jelena en una gran fiesta celebrada en Montecarlo, donde viven en la actualidad junto a sus dos hijos pequeños

Un año después, el 14 de julio de 2014, la pareja se casó en un exclusivo balneario de la Playa de la reina, dentro de la ciudad-hotel Sveti Stefan, en Montenegro. Al enlace, que duró dos días y se estima que costó medio millón de dólares, acudieron 150 invitados y personalidades de todo tipo.

Tienen dos hijos

Jelena se casó embarazada, pues en agosto de aquel año nació el primer hijo de la pareja, Stefan Djokovic. Tres años más tarde, en 2017, llegó al mundo la pequeña de la casa, Tara.

Actualmente, la familia reside en Mónaco, aunque disfruta de amplias temporadas en Marbella, donde tienen una casa y donde reside el hermano de él, Marko, que también es tenista.

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