Mar Flores afronta soltera la condena de su hijo tras sus numerosas relaciones conocidas
La modelo ha formado una extensa familia fruto de sus dos matrimonios, pero ¿quiénes pasaron antes por su vida?
Mar Flores está en jaque. Después de unos meses convulsos, la modelo ha tenido que hacer frente a un nuevo revés familiar: la sentencia judicial que dicta la prisión de su hijo. Carlo Costanzia entrará en la cárcel, condenado por un delito continuado de estafa agravada.
21 son los meses que el hijo de Mar tendrá que pasar en prisión, a pesar de haber llegado a un acuerdo con la parte demandante y haber devuelto un total de 100.000 euros en concepto de reparación del daño.
¿Quién es Carlo?
El nuevo quebradero de cabeza de Flores es el mayor de sus cinco hijos, de los cuales cuatro fueron fruto del matrimonio de la modelo y Javier Merino, mientras que uno nació a partir de la relación con el aristócrata italiano Carlo Costanzia di Costigliole.
Pero, más allá de los padres de sus hijos, Mar Flores estuvo vinculada con otros nombres conocidos de nuestro país. Pues, además de por su profesión como modelo, se convirtió en la reina del papel couché en los años 90 por su vida sentimental.
Bertín Osborne
Por esa época, antes de que el presentador se mudara a Miami, comenzaron una relación efímera que no se supo hasta tiempo después. Un romance que surgió mientras ella presentaba VIP Corazón y él acudía como invitado.
Saltaron chispas, chispas que duraron apenas unos meses. Todo se terminó con una llamada del de televisivo en el que anunciaba su deseo de continuar en la soltería y conocer otras mujeres. Según se especuló, a Mar Flores le afectó bastante este adiós.
Carlo Costanzia di Costigliole
La modelo no tardaría en encontrar de nuevo el amor de la mano del aristócrata italiano, con el que pasó por el altar en mayo de 1992. Su ‘para siempre’ duró apenas dos años, pero fruto de su relación nació Carlo, su primer y único hijo en común.
Poco después decidieron separar sus caminos y, en 1995, firmaron el divorcio. Sin embargo, no sería hasta cinco años después cuando a Mar se le concedió la nulidad eclesiástica para que pudiera volver a contraer matrimonio.
Fernando Fernández-Tapias
Breve, pero intenso. Así fue su romance con el empresario, a quien conoció en un programa de radio al que acudió con Sofía Mazagatos. Pero todo se terminó cuando la revista Interviú publicó la relación paralela de la modelo con Alessandro Lequio.
Alessandro Lequio
Su historia de amor comenzó cuando Mar Flores no estaba soltera, y pronto comenzó a envolverles la polémica. Fue el segundo conde italiano en la vida de la modelo, que tras ser portada de revista (y no por algo bueno) decidió poner punto final a sus vidas paralelas.
Cayetano Martínez de Irujo
El duque de Arjona llegó a la vida de Mar en su momento más mediático. Mientras que la duquesa de Alba no quería que su hijo estuviera con aquella mujer, la pareja no dudó en dar rienda suelta a su amor durante dos años.
Se desconoce si las palabras de Cayetano en su libro iban para la modelo a la que calificaba de «maquiavélica y fría, de doble personalidad», pero lo cierto es que su romance terminó en 1999 y Mar Flores volvió a los brazos de Javier Merino.
Javier Merino
La ex de Costanzia volvió a tropezar con la misma piedra hasta en dos ocasiones. Al parecer, Merino fue su gran apoyo después del divorcio de Carlo, volviendo a su vida en 1999 para quedarse (o eso parecía).
El 25 de octubre de 2001 pronunciaron el ‘sí, quiero’ en Sevilla y, fruto de sus 15 años de matrimonio, nacieron sus cuatro hijos. En marzo de 2016 anunciaron su separación, después de una relación salpicada por los escándalos legales del empresario.
Elías Sacal
Tras su tormentosa separación, Mar Flores le dio una segunda oportunidad al amor de la mano del empresario mexicano, formando una relación marcada por las idas y venidas. Cinco años después, la pareja anunciaba su puto final.
Desde entonces, la modelo ha sido relacionada con nombres como el de Manuel García-Durán, el pasado mes de marzo, pero ella misma sigue alegando que está plenamente llena con lo que tiene, y centrada al 100% en su trabajo y su familia.