Tamara Falcó no confía plenamente en Íñigo Onieva: sus primeras palabras tras la boda
Tras casarse con su ya marido, Tamara Falcó habla para su revista de cabecera sobre la infidelidad que sufrió
La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva sigue coleando (y lo que queda), ya que, aunque la ceremonia y fiesta fueron el sábado, tuvimos que esperar al lunes para ver las fotos, pues se había firmado una exclusiva con la revista ¡Hola!, que este martes sigue publicando contenido inédito del enlace.
En esta ocasión, se trata de una entrevista que le hicieron a la marquesa de Griñón tras dar su «sí, quiero» a su ya marido, y en la que deja caer que aún tiene dudas sobre él, tras los cuernos públicos que todos conocemos.
Tamara Falcó, sobre Íñigo Onieva: «Quiero pensar que confío en él»
La hija de Isabel Preysler asegura en la citada revista que ha triunfado el amor: «El amor es Dios. Nos hemos casado y hay una frase que se repite: “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”, y está llena de significado».
Un matrimonio que no se hubiera producido si Tamara Falcó no hubiese perdonado la infidelidad de Íñigo Onieva, del pasado mes de septiembre. Un perdón que ni ella misma se cree aún: «Evidentemente, pones de tu parte, pero perdonar es una gracia, un don. No es algo que puedas forzar. (…) Me ha costado. Perdonar es muy complicado».
Y aunque le ha perdonado, no confía plenamente en él, ya que responde titubeante y no con un «sí» rotundo. Así, la entrevistadora le pregunta: «Ahora mismo, ¿tienes confianza plena en él?». Tamara responde: «Quiero pensar que sí, porque, si no, no me estaría casando con él. Conozco a amigas que llevan esto… que a lo mejor son muy celosas y siempre tienen sus dudas». Un «quiero pensar» que revela que no está convencida.
La infidelidad les ha «reforzado como pareja»
A pesar de eso, revela que no es celosa y que «definitivamente» la infidelidad les ha «reforzado como pareja»: «Había muchas cosas que necesitábamos. Por ejemplo, igual necesitaba aprender el poder del perdón o el amor al prójimo, seguir queriendo cuando alguien te hace daño. Para Íñigo también ha sido una forma de llegar con honestidad a este momento».
No hay duda de que Tamara Falcó no puede estar más enamorada de su marido, pues así se refiere a él: «Íñigo es muy alegre, supercariñoso y superatento con todo el mundo. Siempre quiere que todo el mundo esté bien… Pero también es un poco burro —ríe—. Él dice que es su lado vasco —ríe—».
«Valoro muchísimo que se haya acercado a la fe. Evidentemente, es muy importante para mí que estemos alineados en ese aspecto, pero lo que me gusta es que lo ha encontrado por sí mismo. Es decir, ha salido de él porque no es algo que alguien pueda hacer por ti», añade, acerca de la extraña ‘conversión religiosa’ que llevó a cabo el empresario cuando ambos rompieron.