Isabel Díaz Ayuso se sincera: infidelidades, amores, gimnasio, sus noches... y más
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha comentado, en público, aspectos íntimos de su vida por primera vez
Los políticos de nuestro país, de vez en cuando, nos sorprenden con entrevistas más personales. La última en hacerlo ha sido Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, de 44 años, ha sido la primera invitada al podcast de Vicky Martín Berrocal, titulado A solas.
Obviamente, Ayuso y Vikcy ya se conocían de antes. De hecho, la del PP es una gran fan de la firma de moda de la diseñadora. Esta buena relación ha servido para que la presidenta sea la primera invitada y para que sea especialmente generosa en sus respuestas. Las vemos a continuación.
Isabel Díaz Ayuso: «He sufrido en el amor sin parar»
Ayuso ha hablado de amor. Algo especialmente destacable, ya que, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE, su exnovio, Jairo Alonso, suena para ser uno de los concursantes de Gran Hermano VIP, que se estrena este jueves. Este medio, de hecho, se puso en contacto con él y no quiso confirmar ni desmentir la noticia, lo que es muy extraño en su caso, así que es más que probable que sí que vaya a concursar a Guadalix.
La del Partido Popular no ha hablado expresamente de Jairo, pero sí de relaciones amorosas. En concreto, ha confesado que ha sufrido «sin parar» por amor, pero que no se arrepiente, ya que ha sido consecuencia de haberse entregado: «Como somos pasionales, esto va contigo y te va a pasar toda tu vida. Luego lo veo con perspectiva y lo celebro; a pesar de los disgustos me he llevado grandes alegrías, satisfacciones y grandes compañeros», añade.
Prefiere no ser consciente de los cuernos
Aunque la presidenta de la Comunidad de Madrid suele guardar su intimidad con recelo, se sabe que está saliendo con Alberto González, técnico sanitario, de 47, desde el verano de 2021. Ambos van muy enserio, de hecho están buscando tener un bebé, aunque no vivan juntos. Al respecto, Ayuso tuvo un aborto este mes de julio, pero su entorno asegura que no han tirado la toalla. Alberto, por su parte, tiene tres hijos de un matrimonio anterior.
En el podcast, evidentemente, Ayuso tampoco ha nombrado a Alberto, pero sí ha dicho lo que busca en una pareja, dando a entender que su novio tiene todo esto: «Que sea buena gente, (…) que tenga curiosidad por la vida, por aprender, ver, crecer».
Asimismo, la política ha sido clara sobre la deslealtades. «¿Perdonarías una infidelidad?», le pregunta Vicky. «No», contesta ella. «No he visto contestación más rápida», añade la diseñadora. «Mejor que no me lo cuenten. Ni me lo planteo y ya está», matiza Ayuso, quien reconoce no haber tenido nunca un amor platónico.
«Soy más tímida de lo que parece»
En cuanto a su carácter, Ayuso reconoce ser «más tímida de lo que parece. (…) Antes de ir a cada evento, me impresionada por poder ir, todo me da mucho respeto y además como tengo tanta presión hay veces que me hace retrotraerme un poco».
Además, ha confesado ser «muy libre y muy independiente»: «Me ha gustado siempre llevar las riendas de mi vida, y ahora hay muchas cosas que no puedo hace. (…) Yo antes era muchísimo más divertida, muchísimo más risueña, mucho más inmadura en todo y ahora he vivido tantas cosas duras y tengo tanta responsabilidad encima que hago muchos esfuerzos por llevar una vida muy ordenada y que dejo de ser la misma».
Así son sus noches
Las responsabilidades y el ritmo de vida hicieron que hace unos años cogiera unos kilos de más. Unos hábitos alimentarios que, poco a poco, fue cambiando, aunque a la hora de la cena, como reconoce, se le va un poco la mano: «Yo cojo la nevera y es una cosa…».
Tras comer, todas las noches, Ayuso consulta los telediarios del día y mira las portadas que los diarios llevarán para el día siguiente, algo que califica como «una droga». Después, sobre las 12 o la 1, se va a dormir, y a las 6 de la mañana ya está arriba. No le cuesta madrugar, de hecho a esa hora es cuando está más «fresca».
Unas dos horas después de ponerse en pie, se va al gimnasio, sobre las 8 de la mañana, «como cualquier persona normal». Y poco después comienza su jornada laboral.