Vuelve Mercedes Milá, reina de la televisión: su gran pérdida, fuerte depresión, carrera y más
La periodista regresa a TVE tres décadas después para conducir un novedoso programa de entrevistas
Mercedes Milá | Gtres
La prensa nunca nos hemos referido a Mercedes Milá como ‘la reina de las mañanas’, ahora que ese término está tan pujante. Tampoco ha hecho falta para tener claro que hablar de ella es hacerlo de una de las presentadoras más carismáticas e importantes de la televisión nacional.
Así lo atestigua un kilométrico (y envidiable) currículum formado a golpe de probar suerte en diferentes formatos. El último lleva el nombre de No sé de qué me hablas, un programa de entrevistas que profundizará en nuestro pasado reciente mediante los testimonios y las experiencias de gente joven. Así lo anunció RTVE este pasado 26 de septiembre.
Pero no es un trabajo más. Esto supone que Mercedes Milá vuelva a TVE tres décadas después (33 años) con la vitola de auténtica estrella. Tanto es así que es una de las apuestas más fuertes del ente público para esta nueva temporada televisiva, que recién está dando sus primeros pasos.
Sus primeras declaraciones mostraban a una Mercedes exultante: «No sabéis lo contenta que estoy de poder decir públicamente que vuelvo a TVE. A mi casa desde el principio (…) volveré a esos platós donde yo empecé a sentir el corazón que me palpitaba con el piloto rojo, que lo he explicado mil veces. Estoy muy contenta».
Otro detalle significativo es que el programa estará producido por RTVE en colaboración con Zanskar Producciones, de su amigo Jesús Calleja. Cada entrega girará sobre un asunto atemporal y de interés general en el que Milá conversará con personajes conocidos y relacionados con el tema en cuestión. El público -sobre todo el joven- jugará un papel clave porque será escuchado y hará entender a la periodista algunas cuestiones que ya por una cuestión generacional se le escapan.
Comunicadora por vocación
Mercedes Milá es una de esas periodistas de raza. A sus 72 años, lleva más de 50 dedicada en cuerpo alma a hacer lo que mejor sabe: comunicar. Su locuacidad, rapidez mental, capacidad de salir airosa de cualquier situación y, en definitiva, su agilidad mental, la convierten en un diamante periodístico.
Milá vino al mundo en abril de 1951, en la localidad catalana de Esplugas de Llobregat. Desde bien temprano demostró una gran capacidad para las humanidades y por eso se matriculó en Filosofía y Letras, aunque pronto cambiaría de carrera para comenzar Periodismo en 1974.
Una vez graduada, sus primeras experiencias fueron en El Correo de Andalucía y posteriormente dio el salto a las ondas a las órdenes de Luis del Olmo en A toda radio, un rol profesional que compaginó durante un tiempo con los informativos de TVE.
La periodista militó en Radio Madrid, TV3, TVE y Antena 3 hasta llegar a Telecinco en el año 2000. Su desembarco en Mediaset supuso un punto de inflexión en su carrera porque allí presentó el que quizá sea uno de los trabajados más importantes de su carrera: Gran Hermano. En total, fue maestra de ceremonias del espacio 16 ediciones. Por ello, es imposible no asociar su figura al reality de la quinta cadena.
El abismo de Mercedes Milá
Todo le iba a pedir de boca, pero los problemas de salud mental aparecieron en su vida para ponérsela patas arriba y obligarle a hacer un parón profesional. Mercedes Milá nunca ha escondido que padeció una fuerte depresión. «Cuando sabes que puede acabar contigo, te das cuenta de los límites», dijo.
En ese proceso de caída, Milá sufrió una trágica perdida que le acrecentó su bajón anímico, la muerte de José Samano: «Empecé con 22 años a hacer informativos y a los 26 presenté mi primer programa y fue cuando me enamoré de José. Fue mi pareja durante veinte años, pero por desgracia murió el año pasado. Era el director de mis programas y, además, era productor de cine. Su muerte fue un golpe muy duro porque era el hombre de mi vida», reflexionaba ella ante Joaquín Sánchez.
La relación sentimental entre Samano y Milá se extendió desde mediados de los 70 hasta 1997. No importó que no estuvieran juntos, para ella siempre fue su compañero de vida: «Cuando José murió, me llevé una pechá de llorar. Sufrí mucho su muerte. Hablo con él todos los días. Hablo con él en mis meditaciones, ya que puedo dirigirme a uno u otro. Antes hablaba con Shakespeare y ahora con José», contaba.
Mercedes Milá Pidió ayuda y salió más fuerte de esta etapa negra: «La terapia me ha cambiado la vida». Es más, recomienda a toda la gente que esté en su situación que recurra a ella. Ahora, puede decir libremente que el ave fénix ha resurgido y vuelve al nido.
